Efectos secundarios de la quimioterapia


¿Cuál es la causa de los efectos secundarios?

Las células cancerosas crecen rápidamente, y los medicamentos de quimioterapia eliminan las células que crecen rápidamente. No obstante, debido a que estos medicamentos circulan por todo el cuerpo, pueden afectar a las células sanas y normales que también crecen rápidamente. La causa de los efectos secundarios es el daño ocasionado a las células sanas. Los efectos secundarios no siempre son tan graves como se podría esperar, pero muchas personas se preocupan por esta parte del tratamiento contra el cáncer.

Las células normales con mayores probabilidades de ser dañadas por la quimioterapia son las células productoras de sangre en la médula ósea, así como las células de la boca, del tracto digestivo, del sistema reproductor y los folículos del cabello. Algunos medicamentos de quimioterapia pueden dañar las células del corazón, los riñones, la vejiga, los pulmones y el sistema nervioso. En algunas situaciones, se pueden administrar medicamentos con quimioterapia que ayuden a proteger a las células normales del cuerpo.

¿Qué debo saber sobre los efectos secundarios?

  • No todas las personas experimentan todos los efectos secundarios, algunas personas experimentan unos pocos, si es que llegan a experimentar algo.
  • La gravedad de los efectos secundarios (cuán “malos” son) varía en gran medida de acuerdo con la persona. Asegúrese de hablar con su médico o enfermera sobre los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia, cuánto durarán, qué tan graves pueden ser y cuándo debe llamar al consultorio del médico.
  • Es posible que su médico le administre medicinas que ayuden a prevenir algunos efectos secundarios antes de que éstos se presenten.
  • Muchas personas no presentan problemas a largo plazo causados por la quimioterapia, y mientras que los efectos secundarios pueden causar molestias, éstos deben sopesarse con la necesidad de destruir las células cancerosas.

¿Cuánto tiempo duran los efectos secundarios?

La mayoría de los efectos secundarios desaparecen lentamente después de que termina el tratamiento, porque las células sanas se recuperan con el transcurso del tiempo. El tiempo que toma sobreponerse de los efectos secundarios y recuperar las fuerzas varía en cada persona. Depende de muchos factores, incluyendo su estado general de salud y los medicamentos que le administren.

Muchos de los efectos secundarios desaparecen con bastante rapidez, aunque algunos toman meses o incluso años para desaparecer por completo. Algunas veces los efectos secundarios pueden durar toda la vida; tal es el caso cuando la quimioterapia causa daño a largo plazo al corazón, los pulmones, los riñones o a los órganos reproductores. Ciertos tipos de quimioterapia algunas veces causan efectos retrasados, como un segundo cáncer, que aparece muchos años después.

Con frecuencia los pacientes se desaniman por el tiempo que dura su tratamiento o por los efectos secundarios que padecen. Si se siente de esta manera, hable con su doctor. Puede ser que pueda hacerse un cambio en el medicamento o en el programa del tratamiento. Puede que su médico o enfermera también tengan algunas sugerencias sobre formas de reducir cualquier dolor o malestar.

 El cansancio (fatiga) es uno de los efectos secundarios más comunes del tratamiento contra el cáncer. Puede variar desde un ligero agotamiento hasta sentirse completamente extenuado. Este cansancio es diferente al que se siente después de un largo día y no se alivia con descanso ni con dormir. El cansancio tiende a ser peor al final de un ciclo de tratamiento. Al igual que la mayoría de los efectos secundarios, por lo general desaparece con el transcurso del tiempo una vez que haya terminado su tratamiento.

Lo que puede hacer ante el cansancio:

  • Tome periodos de descanso durante el día.
  • Hable con su médico o enfermera sobre un programa habitual de ejercicio. De hecho, el ejercicio puede reducir la fatiga.
  • Mantenga una alimentación balanceada y tome muchos líquidos.
  • Limite sus actividades. Solamente haga lo que sea más importante para usted.
  • Solicite ayuda cuando la necesite. Pida a familiares, amigos y vecinos que le ayuden con algunas actividades como cuidar a los niños, hacer las compras, arreglar la casa o conducir el automóvil. Por ejemplo, usted pudiera solicitar la ayuda de sus vecinos para que hagan la compra en el supermercado de lo que usted requiera en el momento en que ellos hagan la suya propia.
  • Cuando esté sentado(a) o acostado(a), levántese lentamente para evitar el mareo.
  • Notifique a su médico si tiene problemas para dormir durante la noche.

Fuente: Sociedad Americana contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/quimioterapia/fragmentado/quimioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-common-side-effects-fatigue

La caída del cabello puede ser muy inquietante. Sin embargo, no todos los medicamentos de quimioterapia causan la caída del cabello. Algunas personas únicamente experimentan una pérdida ligera en el volumen del cabello que solo lo perciben ellas mismas. Su médico podrá decirle si su quimioterapia es propensa a causar la caída de su cabello.

Si usted pierde su cabello, casi siempre vuelve a crecer después de finalizados los tratamientos. Sin embargo, pudiera tener un color o textura diferente.

El pelo puede caerse de todas las partes del cuerpo, no solamente en la cabeza. Se pueden afectar las cejas o las pestañas, así como los vellos de los brazos y las piernas, las axilas y la región púbica.

Por lo general, la caída del cabello no ocurre inmediatamente. Muy a menudo empieza tras haber tenido unas cuantas sesiones de tratamiento. Al llegar a este punto, la caída del cabello puede ocurrir lentamente o en mechones. Algunas personas deciden afeitarse la cabeza cuando esto sucede, pues el pelo que haya quedado puede tornarse opaco y seco.

Lo que puede hacer ante la caída del cabello:

  • Use un champú suave.
  • Use cepillos de cerdas suaves para peinarse.
  • Si tiene que usar secadora de pelo, use la temperatura mínima.
  • No utilice rizadores de pelo (rulos o tubos) para arreglar su cabello.
  • No tiña su cabello ni se haga permanente.
  • Solicite que le hagan un corte de cabello corto. El cabello corto hace que éste luzca con mayor volumen y grosor. Asimismo, esto facilitará el manejo de la caída del cabello, si es que ocurre.
  • Use un bloqueador solar, sombrero, pañuelo o una peluca para proteger su cuero cabelludo de los rayos del sol.

Algunas veces, es posible que sienta más sensibilidad, resequedad y picor en el cuero cabelludo mientras su calvicie perdure o durante el tiempo en que su cabello vuelve a crecer. El uso de un champú humectante y un acondicionador para mantener el cuero cabelludo limpio puede ayudar a aliviar estas molestias. Además, use cremas ligeras en el cuero cabelludo según lo necesite. Incluso un masaje suave en el cuero cabelludo le puede hacer sentir mejor.

Después de la quimioterapia, es posible que surjan cambios en la textura y abundancia de su pelo. Los tintes para el pelo contienen químicos que pueden causar daño al cabello. No existen estudios que comprueben que el tinte de pelo causa más daño al cabello después de haberse administrado la quimioterapia, pero la mayoría de los médicos recomiendan a sus pacientes que no se tiñan el cabello hasta que regrese a su estado normal. Esto puede tomar hasta seis meses después del tratamiento.

¿Debo cubrirme la cabeza si pierdo mi cabello?

Algunas personas que pierden todo o la mayor parte de su cabello optan por usar turbantes, pañuelos, gorras, o bien, pelucas completas o parciales. Otras personas dejan su cabeza al descubierto, mientras que otras optan por hacer lo uno y lo otro, dependiendo de si están en público o en casa con amigos y familiares.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/quimioterapia/fragmentado/quimioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-common-side-effects-hair-loss

La quimioterapia a menudo genera una disminución de los recuentos sanguíneos. Las células sanguíneas (glóbulos y plaquetas) son producidas en la médula ósea. Los tres principales elementos en su sangre que se afectan por la quimioterapia son:

  • Plaquetas, las cuales ayudan a la coagulación de la sangre y detienen el sangrado.
  • Glóbulos blancos, los cuales combaten las infecciones.
  • Glóbulos rojos, los cuales llevan el oxígeno a las células.

Durante los tratamientos de quimioterapia se destruyen algunas de las células de la médula ósea, por lo que se producen menos células sanguíneas. Una disminución en los niveles de cualquiera de estas células causa ciertos efectos secundarios.

Su médico revisará su recuento sanguíneo al solicitar una prueba llamada recuento sanguíneo completo. Esta prueba se hará con frecuencia durante su tratamiento.

Problemas de sangrado o coágulos

Las plaquetas son células de la sangre que ayudan a detener el sangrado obstruyendo los vasos sanguíneos dañados y ayudando a que la sangre coagule. Si usted no tiene suficientes plaquetas, puede sangrar o crear moretones más fácilmente, aun con la menor lesión. La escasez de plaquetas se conoce como trombocitopenia.

Deberá informar a su médico si presenta los siguientes síntomas de trombocitopenia:

  • Moretones inesperados
  • Pequeñas manchas rojas y planas debajo de la piel
  • Orina de color rojo o rosado
  • Heces ensangrentadas o de color negro
  • Cualquier sangrado de las encías o la nariz
  • Dolores de cabeza intensos
  • Mareos
  • Dolor en las articulaciones y músculos

Su médico revisará frecuentemente su recuento de plaquetas durante su tratamiento. En caso de una baja severa, se pudiera necesitar de una transfusión de plaquetas. No hay nada que usted pueda hacer que ayude a aumentar su recuento de plaquetas, pero sí puede tomar algunas precauciones:

  • No tome ninguna medicina sin antes hablar con su médico o enfermera. Esto incluye aspirinas, pastillas sin aspirina para el dolor, incluyendo el acetaminofeno, ibuprofeno y cualquier otro medicamento que puede usted comprar sin una receta médica. Algunos de estos medicamentos pueden empeorar los problemas de sangrado.
  • No tome bebidas alcohólicas (cerveza, vino o licor) a menos que su médico lo autorice.
  • Use un cepillo de dientes extra suave para lavar sus dientes y hable con su médico antes de usar hilo dental.
  • Si tiene escurrimiento nasal, limpie su nariz sonándose suavemente con un pañuelo suave.
  • Tenga cuidado de no cortarse ni pincharse al usar tijeras, agujas, cuchillos o herramientas.
  • Tenga cuidado de no quemarse al planchar o cocinar. Use un guante acojinado en lugar de una agarradera al meter o sacar algo del horno.
  • Evite deportes de contacto y otras actividades que pudieran causar alguna lesión.
  • Beba muchos líquidos y consuma suficiente fibra para reducir las probabilidades de padecer estreñimiento.
  • Use una máquina de afeitar eléctrica en lugar de una navaja de rasurar.
  • Al agacharse hacia delante, mantenga su cabeza sobre el nivel del corazón.

Infección

Un recuento bajo de glóbulos blancos disminuye la capacidad que el cuerpo tiene de combatir infecciones. Un tipo de glóbulo blanco, llamado neutrófilo, es especialmente importante para combatir las infecciones. Una escasez de neutrófilos se conoce como neutropenia.

Las infecciones pueden comenzar en casi cualquier parte del cuerpo y comienzan, con mayor frecuencia, en la boca, la piel, los pulmones, el tracto urinario y el recto.

Si su recuento de glóbulos blancos disminuye demasiado, su médico podría posponer el tratamiento, disminuir la dosis de quimioterapia o, en algunos casos, administrarle una inyección de un factor de crecimiento que estimule la producción de glóbulos blancos en la médula ósea. Cuando se sabe que la quimioterapia utilizada es la causa en un bajo recuento de glóbulos blancos, puede que se usen inyecciones con un factor de crecimiento para ayudar a evitar dicha baja.

Mientras que no hay nada que pueda hacer por sí mismo(a) para incrementar sus recuentos de glóbulos blancos, sí es posible tomar ciertas medidas que ayudarán a evitar las infecciones, tales como:

  • Lávese las manos con frecuencia durante el día, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
  • Manténgase alejado de las multitudes.
  • Manténgase alejado de personas que padezcan enfermedades contagiosas tales como resfriados, influenza (gripa), sarampión o varicela.
  • No se vacune contra nada sin antes haber preguntado a su médico si hay algún inconveniente.
  • No se acerque a personas que han sido vacunadas recientemente contra varicela o viruela. Consulte con su médico sobre cuáles vacunas son importantes y por cuánto tiempo debe evitar a las personas que las han recibido.
  • Limpie suavemente, pero muy bien, el área rectal después de cada evacuación. Consulte a su médico o enfermera en caso de notar irritación en esa zona o si aparecen hemorroides. Además, consulte a su médico antes de usar enemas o supositorios.
  • No se corte ni muerda las cutícula de sus uñas.
  • Tenga cuidado de no cortarse o pincharse al usar tijeras, agujas o cuchillos.
  • Use una máquina de afeitar eléctrica en lugar de una navaja de rasurar, para prevenir cortadas en la piel.
  • Use un cepillo de dientes extra suave para no lastimar sus encías y consulte con su médico sobre el uso de hilo dental.
  • No rasque ni reviente los barritos en la piel.
  • Báñese con agua tibia (no caliente) en la bañera (tina), en la ducha (regadera) o con una esponja todos los días. Al secarse, hágalo palpando suavemente la piel con la toalla; no talle.
  • Use crema o aceite para suavizar y sanar su piel si se torna seca y agrietada.
  • Limpie inmediatamente las cortaduras, raspones o grietas en la piel con agua tibia y jabón. Aplíquese un ungüento antibiótico y cubra con un vendaje.
  • Use guantes a prueba de agua cuando trabaje en el jardín o para limpiar lo que ensucien las mascotas u otras personas, especialmente los niños pequeños. Después de esto, lave sus manos, ya que los guantes pueden tener orificios que son demasiado pequeños que no se pueden ver.

Aun cuando usted sea extremadamente cuidadoso(a), su organismo puede no estar en condiciones de combatir infecciones cuando baja su recuento de glóbulos blancos. Preste atención y examine su cuerpo periódicamente para identificar signos y síntomas de alguna posible infección. Asimismo, preste atención especialmente a sus ojos, nariz, boca, así como áreas rectales y genitales. Entre los síntomas de infección se podría incluir:

  • Fiebre de 38 °C o más cuando se toma su temperatura por la boca
  • Escalofríos
  • Sudoración
  • Excremento blando (esto también puede ser un efecto secundario de la quimioterapia)
  • Sensación de ardor al orinar
  • Tos fuerte o irritación de garganta
  • Secreción o picazón vaginal inusitada
  • Enrojecimiento, hinchazón o molestia, especialmente alrededor de una herida, en una llaga, grano (barro), en el sitio de la vía intravenosa o del catéter venoso central
  • Dolor abdominal

Informe inmediatamente a su médico sobre cualquier signo de infección. Si usted tiene fiebre, no use aspirina, acetaminofeno o cualquier otro medicamento para bajar su temperatura sin haberlo consultado antes con su médico.

Anemia

La anemia se da cuando el nivel de glóbulos rojos en la sangre es muy bajo, haciendo que los tejidos del organismo no reciban suficiente oxígeno para desempeñar su función. Puede que se presenten los siguientes síntomas:

  • Cansancio extremo (fatiga)
  • Mareos
  • Piel pálida
  • Tendencia a sentir frío
  • Dificultad para respirar
  • Debilidad
  • Latidos acelerados

No hay nada que pueda hacerse para aumentar el recuento de glóbulos rojos de forma voluntaria, pero hay ciertas medias que pueden ayudar a evitar la anemia:

  • Si su recuento de glóbulos rojos baja demasiado, usted podría necesitar una transfusión de sangre. Algunas personas pueden ser tratadas con un factor de crecimiento (un medicamento para estimular el número de glóbulos rojos que produce su médula ósea).

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/tipos-de-tratamiento/quimioterapia.html

Las náuseas y los vómitos son dos de los más temidos efectos secundarios de la quimioterapia. La frecuencia de estos efectos secundarios y su gravedad depende de los medicamentos que esté recibiendo y de la manera en que le afecten.

Las náuseas y los vómitos pueden comenzar durante el tratamiento y duran unas pocas horas. Con menos frecuencia, algunas veces las náuseas y los vómitos graves pueden durar algunos días. Asegúrese de avisar a su médico o enfermera si usted siente muchas náuseas, ha estado vomitando durante más de un día o si las náuseas son tan intensas que no puede retener líquidos.

Las náuseas y los vómitos casi siempre pueden aminorarse con un cambio en la alimentación y con medicamentos que ayudan a aliviar ambos síntomas (estos medicamentos son llamados antieméticos). Diferentes antieméticos funcionan para diferentes personas. Es posible que necesite probar con más de uno antes de conseguir alivio. ¡No se rinda! Siga colaborando con su médico y enfermera para encontrar los antieméticos que funcionen mejor en su caso.

Algunas personas bajo tratamiento comienzan a sentirse nauseabundas incluso antes de iniciar una sesión de quimioterapia. A esto se le llama náusea anticipada, y es muy real. La mejor manera de manejar la náusea anticipada es administrar antieméticos para prevenir los vómitos y practicado algunas técnicas de relajación.

Lo que puede hacer ante las náuseas y los vómitos:

  • Evite comidas abundantes para que su estómago no se llene demasiado. Tenga comidas ligeras y frecuentes en lugar de las tres comidas fuertes durante el día.
  • Tome líquidos por lo menos una hora antes o después de las comidas, en lugar de tomar líquidos con las comidas.
  • Coma y beba lentamente.
  • Evite alimentos dulces, fritos o grasosos.
  • Coma alimentos fríos o a temperatura ambiente con el objetivo de evitar que los olores fuertes le molesten.
  • Mastique bien los alimentos para una mejor digestión.
  • Si tiene náuseas en las mañanas, trate de comer alimentos secos, como cereal, pan tostado o galletas de sal, antes de levantarse (no haga esto si tiene su boca muy reseca, o si tiene llagas en su boca o en la garganta).
  • Tome líquidos fríos y claros, tales como jugo de manzana, té o refrescos de jengibre (ginger ale) que hayan perdido ya su efervescencia.
  • Chupe trocitos de hielo, mentas o caramelos (no chupe caramelos si tiene llagas en la garganta o en la boca).
  • Trate de evitar olores que le molesten, tales como olores al cocinar comidas, humo o perfume.
  • Descanse en una silla después de comer, pero no se acueste por completo hasta que hayan transcurrido por lo menos dos horas.
  • Use ropa holgada.
  • Respire profundamente y despacio cuando sienta náuseas.
  • Distráigase hablando con amigos o familiares, escuchando música o viendo una película o programa de televisión.
  • Utilice técnicas de relajación.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/quimioterapia/fragmentado/quimioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-common-side-effects-nausea-and-vomiting

 


Fuente; Sociedad Americana Contra el Cáncer

http://www.cancer.org/espanol/servicios/tratamientosyefectossecundarios/quimioterapia/fragmentado/quimioterapia-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-chemo-side-effects


Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-06-26 13:27:00