¿Qué es la medicina complementaria?


El término “medicina complementaria” se utiliza para describir técnicas terapéuticas que no forman parte de la medicina convencional (también denominada medicina “normal”, “estándar” o “convencional”). Las terapias complementarias se emplean como "complemento" de la medicina convencional, debido a que la medicina complementaria puede combinarse con el tratamiento médico convencional o integrarse a este, también se denomina “medicina integral”.

La medicina complementaria incluye técnicas como acupuntura, fitoterapia, masajes, grupos de apoyo y yoga. La medicina complementaria, a veces llamada “medicina holística”, en general, apunta a cómo la enfermedad afecta a la persona en su totalidad: física, emocional, espiritual y socialmente.

Numerosos estudios científicos han comprobado que la medicina convencional es segura y eficaz. Aunque muchos estudios demuestren que las personas diagnosticadas con cáncer de mama pueden obtener beneficios de la medicina complementaria, es importante saber que estas terapias comúnmente no se someten a la misma clase de pruebas rigurosas que la medicina convencional.

Los estudios demostraron que más del 80% de las personas diagnosticadas con cáncer de mama utilizan terapias complementarias después de recibir el diagnóstico. Para contribuir a que los médicos y las pacientes comprendan cuáles son las terapias complementarias seguras y eficaces para las personas diagnosticadas con cáncer de mama, la Sociedad de Oncología Integral emitió pautas.

Las pautas se publicaron en la edición número 50 de una monografía especial del Boletín del Instituto Nacional del Cáncer .

La Sociedad de Oncología Integral es una organización multidisciplinaria de profesionales sin fines de lucro que se dedica a estudiar y facilitar el tratamiento y el proceso de recuperación del cáncer a través del uso de la medicina integral.

Para crear las pautas, los investigadores del Centro Oncológico Integral Herbert Irving y la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, junto con colegas del Centro Oncológico MD Anderson, la Universidad de Michigan, Memorial Sloan Kettering, entre otras instituciones de los Estados Unidos y Canadá, analizaron más de 200 estudios realizados entre 1990 y 2013 para determinar cuáles eran los tratamientos integrales más eficaces y seguros para los pacientes. Evaluaron más de 80 tratamientos distintos.

La Dra. Dawn Hershman, profesora auxiliar de Medicina de la Universidad de Columbia y miembro del Comité Profesional de Asesoría (PAB) de Breastcancer.org, contribuyó a la redacción de las pautas.

Las pautas otorgan una calificación con una letra a cada terapia complementaria:

  • La A significa que la terapia se recomienda porque existen pruebas sólidas de que ofrece beneficios.
  • La B significa que la terapia se recomienda porque existen pruebas que demuestran que ofrece beneficios, pero probablemente no tantos como las terapias con una calificación A.
  • La C significa que la terapia se debe recomendar de manera selectiva a determinadas personas según las preferencias del paciente y el criterio del médico; las pruebas demuestran que la terapia ofrece un pequeño beneficio.
  • La D significa que la terapia no se recomienda porque las pruebas demuestran que no ofrece ningún beneficio; los médicos deben disuadir a los pacientes de utilizarla.
  • La H significa que la terapia no se recomienda porque las investigaciones demuestran que el daño que provoca es mayor que el beneficio; los médicos deben disuadir a los pacientes de utilizarla.
  • La I significa que no existen investigaciones suficientes como para recomendar una terapia.

Se demostró que la meditación, el yoga y la relajación con imágenes obtuvieron la mayor cantidad de pruebas que avalaban su uso. Obtuvieron la calificación A en lo que respecta a calmar la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo que pueden experimentar las personas diagnosticadas con cáncer de mama.

Estas mismas terapias complementarias obtuvieron la calificación B en lo que respecta a reducir el estrés, la depresión y la fatiga.

La acupuntura obtuvo la calificación B en lo que respecta a controlar las náuseas y los vómitos producidos por la quimioterapia.

Más de 30 terapias complementarias, incluidos algunos productos naturales y la acupuntura para otras afecciones, obtuvieron una calificación C debido a que no tuvieron pruebas tan contundentes respecto del beneficio, ya sea porque los estudios que se realizaron fueron reducidos o porque los resultados de los estudios son contradictorios.

Se determinó que otras siete terapias tienen poca probabilidad de proporcionar algún beneficio y no se recomiendan. Se determinó que una terapia es nociva; la acetil-L-carnitina, que se comercializa para prevenir la neuropatía relacionada con la quimioterapia, en realidad aumenta el riesgo de padecer neuropatía.

En las pautas, se indican afecciones específicas y efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama, y se recomiendan las sigueintes terapias complementarias para ayudar a aliviarlos:

Ansiedad y estrés

  • La musicoterapia (calificación B) se recomienda para aliviar la ansiedad a corto plazo durante la radiación y la quimioterapia.
  • La meditación (calificación B), incluida la reducción del estrés basada en la plena atención, el yoga (calificación B) y los programas de manejo del estrés (calificación B) se recomiendan para reducir la ansiedad a largo plazo durante el tratamiento y después de él.
  • La acupuntura (calificación C) se puede tener en cuenta para tratar la ansiedad que aparece con la fatiga constante.
  • La relajación (calificación C) y la terapia con masajes (calificación C) se pueden tener en cuenta para el alivio a corto plazo de la ansiedad durante el tratamiento.

Depresión y estado de ánimo

  • La meditación (calificación A), en particular la reducción del estrés basada en la plena atención, se recomienda para mejorar el estado de ánimo y aliviar la depresión durante la terapia de radiación y después del tratamiento.
  • El yoga solo (calificación A) y la relajación (calificación A) se recomiendan para mejorar el estado de ánimo y aliviar la depresión durante la terapia de radiación y la quimioterapia, así como para las personas que también experimentan fatiga.
  • La musicoterapia (calificación B) se recomienda para mejorar el estado de ánimo de los pacientes con diagnóstico reciente.
  • Los masajes (calificación B) se recomiendan para mejorar el estado de ánimo de los sobrevivientes que terminaron el tratamiento.
  • El manejo del estrés (calificación C) se puede tener en cuenta para mejorar el estado de ánimo.
  • El contacto de curación (calificación C) se puede tener en cuenta para mejorar el estado de ánimo de las personas que reciben quimioterapia.
  • La acupuntura (calificación C) se puede tener en cuenta para mejorar el estado de ánimo de las mujeres que tienen bochornos.

Fatiga

  • La conservación de la energía (calificación B) se recomienda para manejar la fatiga.
  • El qigong (calificación C) y la acupuntura después del tratamiento (calificación C) se pueden tener en cuenta para manejar la fatiga.
  • El consumo de 2.000 mg por día de polvo de raíz de ginseng americano (calificación C) se puede tener en cuenta para aliviar la fatiga durante la quimioterapia y la radiación.
  • La acetil-L-carnitina (calificación D) y el guaraná (calificación D) NO se recomiendan para tratar la fatiga, ya que la investigación demuestra que no tienen ningún efecto.

Problemas para dormir

  • El yoga suave (calificación C) y las técnicas de manejo del estrés (calificación C) se pueden tener en cuenta para las personas que tienen problemas para dormir.

Calidad de vida, movimiento y flexibilidad

  • La meditación (calificación A) se recomienda para mejorar la calidad de vida.
  • La relajación (calificación C), las imágenes dirigidas (calificación C), el qigong (calificación C), la reflexología (calificación C), el manejo del estrés (calificación C) y el yoga (calificación C) se pueden tener en cuenta para mejorar la calidad de vida.
  • Las investigaciones acerca de la acupuntura (calificación C) arrojaron resultados diversos con respecto a su capacidad para mejorar la calidad de vida, pero demostraron que no provoca daños.
  • El muérdago (calificación C) se puede tener en cuenta para mejorar la calidad de vida a corto plazo, y aún existen pocas investigaciones acerca de sus efectos a largo plazo; algunas investigaciones demuestran que las altas dosis de muérdago pueden provocar problemas hepáticos.
  • Los programas de ejercicio que incluyen un componente de relajación o manejo del estrés (calificación C) se pueden tener en cuenta para ayudar a mejorar el movimiento y la flexibilidad.
  • Los programas de ejercicio orientados a la conservación de la energía (calificación D) NO se recomiendan.

Náuseas o vómitos provocados por la quimioterapia

  • La electroacupuntura (calificación B) y la relajación muscular progresiva (calificación C) se pueden tener en cuenta para aliviar las náuseas.
  • El jengibre (calificación C) combinado con medicamentos contra las náuseas se puede tener en cuenta para controlar las náuseas a corto plazo inmediatamente después de la quimioterapia, pero no para los vómitos o las náuseas diferidas; NO SE DEBE tomar jengibre con Emend (nombre genérico: aprepitant), ya que no funcionan en conjunto y pueden provocar aun más vómitos y náuseas.
  • La glutamina (calificación D) NO se recomienda para tratar las náuseas y los vómitos, ya que las investigaciones demostraron que no tiene ningún efecto.

Dolor

  • El contacto de curación (calificación C) y los programas de mejora del sueño (calificación C) se pueden tener en cuenta para aliviar el dolor durante la quimioterapia.
  • La musicoterapia (calificación C), los programas de entrenamiento físico que incluyen un aspecto físico-mental (calificación C) y la hipnosis (calificación C) se pueden tener en cuenta para tratar el dolor de la cirugía.
  • La acupuntura (calificación C) y la electroacupuntura (calificación C) se pueden tener en cuenta para aliviar el dolor en las articulaciones debido a un inhibidor de la aromatasa.

Neuropatía provocada por quimioterapia con taxanos

  • La acetil-L-carnitina (calificación H) NO se recomienda para prevenir la neuropatía provocada por los medicamentos de la quimioterapia con taxanos; un estudio amplio demostró que la acetil-L-carnitina en realidad aumenta la neuropatía.

Linfedema

  • El drenaje linfático manual (calificación C), la terapia láser de baja frecuencia (calificación C) y la electroterapia (calificación C) se pueden tener en cuenta para reducir el volumen de los brazos y mejorar la calidad de vida relacionada con el linfedema.

Bochornos

  • La acupuntura (calificación C) y la electroacupuntura (calificación C) se pueden tener en cuenta para aliviar los bochornos de las sobrevivientes.
  • Los extractos de isoflavona de soja o los alimentos a base de soja (calificación D) NO se recomiendan para tratar los bochornos, ya que ningún estudio demostró que estos productos sean beneficiosos.

Irritación de la piel provocada por la terapia de radiación

  • El gel de aloe vera (calificación D) y el ácido hialurónico (calificación D) NO se recomiendan para prevenir o tratar la irritación de la piel provocada por la radiación, ya que ningún estudio demostró que estos productos sean beneficiosos.

“La mayoría de las pacientes que padecen cáncer de mama probaron terapias complementarias para manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida”, afirmó Heather Greenlee, N.D., Ph.D., profesora auxiliar de Epidemiología de la Universidad de Columbia y presidente de la Sociedad de Oncología de Integral. “Sin embargo, de las decenas de productos y prácticas que se comercializan para las pacientes, encontramos pruebas de que actualmente solo un puñado tiene una base de pruebas sólidas. Estas pautas proporcionan una herramienta importante para las pacientes que padecen cáncer de mama y sus médicos cuando toman decisiones sobre cuáles son las terapias integrales que pueden usar y las que no. Las pautas demuestran claramente que los médicos y las pacientes deben adoptar criterios de toma de decisiones compartidos al evaluar la relación entre el riesgo y el beneficio de cada terapia. Es importante personalizar las recomendaciones sobre la base de las características y los valores clínicos de las pacientes. Lo que puede ser indicado para una paciente puede no serlo para otra”.


Fuente: Breastcancer.org


Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-06-27 11:02:45