Problemas comunes de la alimentación y cómo sobrellevarlos


El cáncer y sus tratamientos pueden provocar muchos problemas distintos que afectan la capacidad de comer y beber. A continuación se mencionan algunos de los problemas más comunes y compartimos consejos sobre cómo sobrellevarlos. Informe siempre a su médico, enfermera o nutriólogo sobre cualquier problema que surja. A menudo se pueden tomar medidas para tratar los problemas y evitar que empeoren.

Cambios en el gusto y olfato

El cáncer y sus tratamientos pueden causar cambios en su gusto y olfato. Estos cambios pueden alterar su apetito. Si está teniendo estos problemas, pruebe con alimentos, especias, bebidas y maneras de preparar las comidas que sean distintas a las acostumbradas. Además, mantenga su boca limpia por medio de enjuague y cepillado de los dientes, ya que esto podría ayudar a que las cosas le sepan mejor.

Qué hacer

Si experimenta un sabor amargo o metálico al comer:

  • Procure el uso de utensilios de plástico, así como vasos y platos de vidrio.
  • Consuma pastillas de limón sin azúcar, chicles y mentas.
  • Procure las frutas frescas o congeladas, en lugar de las enlatadas.
  • Sazone las comidas con sabores ácidos tales como gajos de limón, limonada, frutas cítricas, vinagre y alimentos en escabeche (si tiene dolor en la boca o garganta no siga este consejo).
  • Pruebe añadir sabor a las comidas con nuevos sazones o especias, como cebolla, ajo, chile en polvo, albahaca, orégano, romero, salsa de barbacoa, mostaza o menta.
  • Contrarreste el sabor salado y/o el sabor amargo con endulzantes, y el sabor dulce con limón y sal.
  • Refresque su boca con un enjuague bucal con bicarbonato de sodio antes de comer lo cual ayudará para saborear mejor los alimentos (mezcle una cucharadita de sal con una de bicarbonato de sodio en un litro de agua. Revuelva bien antes de enjuagar su boca y luego escupa).
  • Mantenga su boca limpia y cepille sus dientes para combatir el mal sabor de boca.
  • Sirva las comidas frías o a temperatura ambiente. Esto puede disminuir el sabor y el olor de la comida, lo que la hace más fácil de tolerar.
  • Congele las frutas como melón, uva, naranja y sandía, y cómalas como bocadillos congelados.
  • Coma verduras frescas. Puede que sean más apetitosas que las verduras enlatadas o congeladas.
  • Procure marinar las carnes para ablandarlas.
  • Si las carnes rojas tienen un sabor raro, pruebe con otros alimentos ricos en proteínas como pollo, pescado, huevos o queso.
  • Licue frutas frescas en malteadas, helados o yogur.

Para mejorar los olores:

  • Cubra las bebidas y tómelas con popote.
  • Escoja los alimentos que no necesiten cocinarse.
  • Evite comer en lugares sofocantes o con poca ventilación.

 

Cada uno de los tratamientos contra el cáncer puede causar distintos problemas que pueden dificultar el acto de comer o beber. A continuación presentamos algunos consejos prácticos sobre cómo controlar los problemas de la alimentación dependiendo del tipo de tratamiento recibido.

Quimioterapia

La quimioterapia a menudo se le conoce como "quimio" y consiste en emplear fuertes medicamentos para destruir las células cancerosas. Por lo general los medicamentos se toman por la boca (administración oral) o a través del torrente sanguíneo (vía intravenosa, inyecciones). Los medicamentos quimioterapéuticos pueden afectar tanto a las células saludables como a las células cancerosas. Las células del cuerpo más propensas a dañarse son las que se encuentran en la médula ósea, el cabello y el recubrimiento del tracto digestivo (el tracto digestivo consiste de todas las partes del cuerpo involucradas al comer, digerir y excretar los alimentos; incluye la boca, el esófago, el estómago, los intestinos, el recto y el ano).

Los efectos secundarios que usted pudiera experimentar varían de acuerdo con el tipo de medicamentos y el método de administración. Los efectos secundarios comunes con la quimioterapia que pueden causar dificultades para comer son:

  • Pérdida del apetito
  • Cambios en el gusto y olfato
  • Sensibilidad bucal o aftas
  • Náusea
  • Vómitos
  • Cambios en los hábitos normales de evacuación
  • Cansancio
  • Bajo recuento en el nivel de células blancas lo cual incrementa el riesgo de infecciones

Puede que no tenga todos estos efectos secundarios, pero en caso de que sí, asegúrese de informarlo a su doctor o enfermera. Ellos le pueden recomendar el uso de medicamentos, prácticas diarias de autocuidado y cambios en la dieta para ayudarle a aminorar los efectos secundarios relacionados con la alimentación. Recuerde que alimentarse bien mientras está recibiendo quimioterapia puede ayudarle a:

  • Sentirse mejor
  • Mantener altos su fuerza y nivel de energía
  • Mantener su peso y permitir que su cuerpo almacene nutrientes
  • Aumentar su capacidad para tolerar los efectos secundarios relacionados con el tratamiento
  • Disminuir sus probabilidades de infección
  • Sanar y recuperarse más rápidamente

Consejos prácticos sobre nutrición para personas bajo tratamiento de Quimioterapia

La mayoría de las personas reciben quimioterapia de manera ambulatoria en algún centro de tratamiento. La administración de la quimioterapia puede tomar desde unos cuantos minutos hasta varias horas. Planifique con antelación y lleve consigo una comida ligera o bocadillos en una bolsa con aislante o en una neverita. Averigüe si hay algún refrigerador y horno de microondas que usted pueda usar.

Asegúrese de comer algo antes de recibir el tratamiento. La mayoría de las personas sugieren comer una comida ligera o un bocadillo alrededor de una hora antes funciona mejor.

Puede que sienta cansancio mientras se encuentre bajo el tratamiento, y a menudo algún tiempo después de haber terminado la quimioterapia. El cansancio (fatiga o falta de energía) es muy común. A menos que se le indique lo contrario, mantenga una dieta balanceada que incluya proteína (carne, leche, huevos, habas, lentejas y otras legumbres) para ayudar a estimular su energía. Otros consejos prácticos para reducir el cansancio son darle prioridad a sus actividades, hacer lo más importante cuando tiene más energía, y balancear el descanso y la actividad de tal forma que no interfieran con sus horas de sueño por la noche.

No se exija demasiado si los efectos secundarios no le permiten comer. Trate de consumir mini-comidas o bocadillos con mayor frecuencia. Procure limitar el consumo de comidas con alto contenido de grasa, la cual puede ser difícil de digerir. Aproveche al máximo los días en que se sienta bien y tenga buen apetito y trate de consumir comidas y refrigerios de manera habitual. Asegúrese de beber suficiente agua o líquidos, ocho vasos de 250 ml. (8 onzas) cada día.

No tenga miedo de pedirle a familiares y amigos que le ayuden con sus compras y a preparar y cocinar los alimentos. Si no tiene a alguien que le ayude, piense en la posibilidad de contratar un servicio de entrega de comidas a domicilio o coma en un centro comunitario o para personas mayores. También podría investigar sobre programas en organizaciones con grupos de apoyo, iglesias y servicios sociales de su comunidad.

Algunos de los efectos secundarios desaparecen horas después de que reciba la quimioterapia. Si los síntomas persisten, asegúrese de avisarle a su equipo de atención médica. La atención oportuna para el control de los efectos secundarios relacionados con la nutrición le ayudara a mantener su peso y energía, y a que se sienta mejor.

Si tiene dificultades para comer y está siguiendo una dieta restrictiva como la que se recomienda para la diabetes o las enfermedades crónicas del corazón, hable con su médico, enfermera o nutriólogo sobre cualquier cambio en su dieta mientras recibe quimioterapia.

Asegúrese de que su doctor o enfermera conozca sobre sus efectos secundarios para que puedan recetarle los medicamentos que sean necesarios. Por ejemplo, existen medicinas para controlar la náusea y el vómito, así como para tratar la diarrea.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer http://www.cancer.org/espanol/servicios/supervivenciaduranteydespuesdeltratamiento/fragmentado/nutricion-para-la-persona-durante-su-tratamiento-contra-el-cancer-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-manage-eating-probs

Cirugía

La cirugía se lleva a cabo para extraer las células del cáncer y del tejido alrededor. A menudo se lleva a cabo junto con la radioterapia y la quimioterapia.

Después de la cirugía, el cuerpo necesita calorías y proteínas adicionales para sanar la herida y para la recuperación. Este es el momento en el que muchas personas experimentan dolor y cansancio. Y además puede que no puedan alimentarse normalmente debido a los efectos secundarios relacionados con la cirugía. La capacidad del cuerpo de usar los nutrientes pudiera ser alterada también por la cirugía que involucre alguna parte del sistema digestivo (como la boca, el esófago, estómagointestino delgado, páncreas, colon o recto).

Consejos prácticos de nutrición para las personas que son sometidas a cirugía

Si usted se ha sometido a una cirugía, recuerde que la mayoría de los efectos secundarios que surgen son temporales y desaparecen dentro de pocos días. Ciertos medicamentos, prácticas de autocuidado y cambios en la alimentación pueden ayudar a aminorar algunos de los efectos secundarios. Si estos efectos continúan, asegúrese de informarlo a su doctor, enfermera y dietista u integrante del grupo de profesionales médicos que le atiende.

  • Coma tan bien como pueda. Procure tener comidas completas y bocadillos de manera frecuente y habitual, pero no se exija demasiado si está experimentando algunos efectos secundarios relacionados con el tratamiento y si le es difícil comer. Puede que resulte más fácil comer cantidades menores de comida y bocadillos, pero más frecuentes.
  • No dude en pedir ayuda con la compra de los alimentos en el supermercado y para la preparación de los alimentos.
  • Tenga presente que las comidas y bebidas bajas en grasa son más fáciles de digerir y se toleran mejor que aquellas comidas altas en grasa, fritas en manteca o grasosas.
  • A medida que se recupera, asegúrese de tomar suficientes líquidos: al menos ocho vasos de agua de 235 ml cada día, salvo que su doctor indique otra cosa. Procure estar sorbiendo agua, jugos y otros líquidos claros a lo largo del día.

Hable con su equipo de atención médica sobre qué tan pronto puede regresar a sus actividades cotidianas. Solicite a su cirujano recomendaciones para aumentar su capacidad de actividad física.

Puede que le indiquen que no coma ni beba nada el día o la noche anterior a la operación. Tras la cirugía, puede que tome varias horas o incluso uno o dos días antes que pueda ingerir alimento y bebida de forma normal. Si usted no ha comido por más de un día o dos, puede que su médico le permita consumir alimentos y bebidas fáciles de digerir en un comienzo. A continuación se presenta un ejemplo de los pasos que una persona puede tomar para comenzar a comer de nuevo tras la cirugía:

Paso 1: Líquidos claros.

Gelatina simple, bebidas claras o carbonatadas, bebidas deportivas, té diluido, jugos, caldos claros (sin grasa), jugos cítricos colados, paletas de hielo, caldo de verduras, aguas frescas y agua natural.

Paso 2: Alimentos fáciles de digerir (agregando líquidos claros).

Galletas saladas, panecillos o bollos blancos, arroz blanco, fideos, panqué, néctar de fruta, frutas y verduras peladas, budín, carnes magras (pollo, pescado, etc.), cereales, yogur y lácteos.

Paso 3: Regresar a una dieta normal.

  • Procure tener comidas en menor cantidad pero más frecuentes, y añada alimentos a medida que pueda tolerarlos.
  • Tenga cuidado de los alimentos que causen gases, como los frijoles, melones, hortalizas crucíferas (brócoli, coliflor y repollo), leche y productos lácteos.
  • Puede que no tolere bien los alimentos grasosos ni fritos en aceite, ni los que tienen un alto contenido en grasa.

Efectos secundarios de la cirugía contra el cáncer que pueden afectar la alimentación

Después de la cirugía, el tipo de efectos secundarios que podría tener y cuánto tiempo podrían durar depende del tipo de cirugía y de su estado general de salud. Existen muchos posibles efectos secundarios tras la cirugía contra el cáncer que se lleva a cabo en distintas partes del cuerpo que pueden interferir con su capacidad de comer. Por ejemplo, puede que usted experimente:

  • Dificultad para masticar y tragar
  • Cambios en el gusto
  • Resequedad bucal
  • Llagas en la boca
  • Pérdida del apetito
  • Cansancio
  • Acidez (agruras) / indigestión
  • Sensación de llenura al comer (saciedad temprana)
  • Intolerancia a la grasa
  • Intolerancia a la leche
  • Disminución de la absorción de los nutrientes de los alimentos
  • Puede que el paso del alimento a través de su sistema sea de forma más rápida
  • Deshidratación
  • Inflamación y gases
  • Cólicos
  • Estreñimiento
  • Dificultad para respirar

Estos efectos secundarios pueden ser tratados para que pueda recibir los nutrientes necesarios para su sanación. Asegúrese de hablar con su equipo de atención médica sobre cualquier problema que esté teniendo para que puedan ayudarle a controlarlo.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer http://www.cancer.org/espanol/servicios/supervivenciaduranteydespuesdeltratamiento/fragmentado/nutricion-para-la-persona-durante-su-tratamiento-contra-el-cancer-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-manage-eating-probs


Fuente: Sociedad Americana del Cáncer (ACS)


Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-06-25 16:40:28