Cuidados en el hogar


Las personas a cargo de la atención de los pacientes (sin capacitación médica) están tomando una participación que previamente sólo era llevada a cabo por los profesionales de la salud. Esta sección ofrece información general sobre la atención para la persona con cáncer en el hogar. Presenta una lista de los problemas más comunes durante la experiencia de la persona con cáncer, los signos a los que debe estar atento los cuales indican la presencia de dichos problemas, así como algunas ideas sobre las cosas que puede hacer en caso de que éstos sucedan.

La información que se proporciona no pretende reemplazar la consulta con su médico o enfermera. Aquéllos que estén bien familiarizados con su caso pueden darle la información que más necesitará.

La anemia es una afección causada por un bajo nivel de hemoglobina en la sangre, en realidad es común durante el tratamiento contra el cáncer.

En una prueba de sangre, el porcentaje de hemoglobina mide la capacidad de los glóbulos rojos de la sangre para transportar el oxígeno.

• Para los hombres: Un nivel de hemoglobina normal está entre aproximadamente 14.5 y 18.

• Para las mujeres: Un nivel de hemoglobina normal está entre aproximadamente 12 y 16.

La mayoría de las personas todavía pueden sentirse bien con un porcentaje de hemoglobina de solamente 10. Sentirse cansado es un signo común de anemia.

Sin embargo hay algunas señales que debe observar, y se presentan a continuación:

  • Cansancio nuevo o que empeora dificultando realizar las actividades cotidianas.
  • Dolor de pecho o dificultad para respirar cuando está activo.
  • Palidez en la piel, base de la uñas o encías.
  • Mareos.
  • Debilidad o cansancio.
  • Heces fecales (excremento) de color rojo brillante, rojo oscuro o negro.
  • Vómito de color café oscuro o rojo brillante. (Los últimos dos son signos de sangrado, lo que puede causar anemia).

Lo que el paciente debe hacer:

  • Descansar siempre que se sienta cansado.
  • Planificar sus actividades importantes para cuando tenga más energía.
  • Llevar una alimentación balanceada que incluya proteínas (como pescado, carne, huevos, queso, leche, nueces, guisantes y frijoles).
  • Beber de 8 a 10 vasos de agua cada día, a menos que reciba otras instrucciones. Está bien beber otros líquidos en lugar de agua (que no sea cerveza, vino u otras bebidas alcohólicas).

Es importante que llame al equipo que atiende el cáncer si el paciente:

  • Tiene dolor de pecho.
  • Siente dificultad para respirar mientras descansa.
  • Experimenta mareos o desmayos.
  • Se confunde o no puede concentrarse.
  • No ha podido levantarse de la cama durante más de 24 horas.
  • Presenta sangre en las heces fecales.
  • Tiene vómitos de sustancias color café oscuro o rojo brillante.

Una persona que tiene inestabilidad al estar de pie, que está un poco confundida o que simplemente se encuentra débil, corre un gran riesgo de caerse. Una persona que tiene estos problemas es propensa a caerse mientras intenta levantarse de la cama. O bien, el paciente puede caerse del inodoro, resbalarse en la tina (bañera) o ducha (regadera), o cansarse y por lo tanto caerse al caminar.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Si nota problemas de debilidad o pierde el equilibrio, pida ayuda para levantarse o caminar.
  • Si se cae, infórmeselo a su médico y a las personas que le cuidan. Ellos ayudarán a prevenir caídas futuras, y podría ser que necesiten examinarle para saber si tiene alguna lesión.
  • Si su equipo de atención contra el cáncer recomienda el uso de un andador o silla de ruedas, mantengalo cerca de la cama o enseguida del lugar donde tome asiento. Use el andador o la silla de ruedas cada vez que se levente, incluso para los trayectos cortos.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Cuando el paciente necesite levantarse de la cama, primero siéntelo sobre el lado de la cama por alrededor de un minuto. Esto es útil cuando el cambio de posición ocasiona mareos o inestabilidad en el paciente.
  • Si el paciente muestra inestabilidad, ayúdele a caminar.
  • Si el paciente se siente mareado, acompáñele cuando vaya al baño.
  • Recuerde al paciente que le avise si necesita ayuda antes de tratar de levantarse.
  • Utilice tapetes para baño y de hule antiderrapante para cuando el paciente se bañe. También es posible usar un banco para que el paciente se siente mientras se baña.
  • Mantenga el suelo despejado de los cables y extensiones eléctricas. En el área por donde camina no debe haber ropa, alfombrillas abultadas u otros objetos que podrían causar tropezones y resbalones.
  • Asegure con cinta adhesiva los bordes de las alfombrillas o tapetes al piso.
  • Disponga un inodoro o mingitorio portátil que esté al alcance, coloque una cómoda cerca de la cama, o bien, reacomode la cama para que quede próxima al baño.
  • Anime al paciente a usar zapatos antiderrapantes (que no sean resbalosas) cuando vaya a caminar o a estar de pie. Evite el uso de pantuflas abiertas y resbalosas.
  • Consulte con su médico sobre algún servicio de atención a domicilio para que ayude a evaluar su hogar para evitar posibles caídas. Los pasamanos, inodoros portátiles, sillas para la ducha, entre otros artículos, pueden ayudar a evitar que algunos pacientes se caigan.

Si el paciente se cae:

  • Deje al paciente en el lugar donde se haya caído hasta que pueda determinar si tiene alguna lesión grave. Si el paciente no respira, llame a los servicios de emergencia.
  • Si el paciente está inconsciente o sangrando, o le sale líquido de la boca, los oídos o la nariz, llame al médico o al servicio de emergencia inmediatamente.
  • Si el paciente le puede responder, pregúntele si tiene algún dolor.
  • Revise la cabeza, los brazos, las piernas y los glúteos del paciente para ver si tiene alguna cortadura o contusión, o si el área tiene un aspecto extraño o deformado, posiblemente debido a un hueso roto.
  • Aplique bolsas de hielo en cualquier área que presente sangrado (ponga hielo en una bolsa de plástico, y envuelva la bolsa en una toalla).
  • Si no puede mover al paciente, hágale sentir tan cómodo como le sea posible hasta que llegue más ayuda.
  • Si el paciente no tiene dolor y no está sangrando, ayúdele a que regrese a la cama o a una silla (si es posible, busque a alguien que le ayude).

Llame al médico si el paciente:

  • Experimenta debilitamiento reciente, entumecimiento reciente o cambio en el estado mental (tal como, confusión en el paciente, no sabe dónde se encuentra, se vuelve olvidadizo o lo que dice no hace sentido).
  • Presenta debilitamiento o inestabilidad suficiente como para caerse.
  • No está respirando.
  • Tiene sangrado, algún líquido que sale por la boca, los oídos o la nariz, o está inconsciente.
  • Siente preocupación sobre una posible lesión a causa de una caída.

El cuero cabelludo normal tiene alrededor de 100,000 cabellos que crecen constantemente. Los más viejos se caen y son sustituidos por nuevos cabellos. Algunos tratamientos del cáncer causan la pérdida de parte o todo el cabello, más frecuentemente en mechones durante el cepillado o lavado. Algunos pacientes han encontrado mechones en su almohada.

Es normal que tanto los hombres como las mujeres se angustien por la caída de su cabello. No obstante, comprender por qué sucede esto, saber que el cabello volverá a crecer y tomar ciertas medidas para minimizar el problema puede ayudar.

La caída del cabello puede ocurrir cuando los medicamentos de quimioterapia viajan por el cuerpo para destruir las células cancerosas. Algunos de estos medicamentos dañan los folículos pilosos, lo que ocasiona la caída del cabello. La caída del cabello puede ser difícil de predecir. Algunas personas la experimentan, mientras que otras no, aun cuando estén tomando los mismos medicamentos. Algunos medicamentos pueden ocasionar la caída del cabello del cuero cabelludo, vello púbico, y el pelo de los brazos, las piernas, las cejas y las pestañas. Otros medicamentos sólo causan la pérdida del cabello de la cabeza. La radioterapia a la cabeza a menudo causa la caída del cabello del cuero cabelludo. A veces, dependiendo de la dosis de radiación a la cabeza, el cabello no llega a crecer igual que antes.

Si la caída del cabello ocurre, más comúnmente comienza dentro de dos semanas después de comenzado el tratamiento y empeora en uno o dos meses después de su inicio. Durante el breve tiempo que su cabello se esté cayendo, su cuero cabelludo pudiera sentirse muy sensible al lavarlo o peinarlo. El cabello comienza a volver a crecer incluso antes de finalizar la terapia.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Si cree que va a necesitar una peluca, cómprela antes de comenzar el tratamiento, o recién comenzado. Pregunte si la peluca puede ser ajustable, es decir, que pueda ajustarse más a medida que va perdiendo el cabello.
  • Si usted va a comprar una peluca, pruebe varios estilos diferentes hasta encontrar la que realmente le guste. Considere comprarse dos pelucas, una para todos los días y la otra para ocasiones especiales.
  • Las pelucas sintéticas requieren de menos estilización que las de cabello humano. Puede que sean más fáciles de manejar en los momentos de poca energía durante el tratamiento contra el cáncer.
  • A algunas personas las pelucas les causan calor o comezón. En ese caso, se pueden usar turbantes o pañuelos en lugar de las pelucas. Los artículos de algodón tienden a permanecer en su cuero cabelludo suave mejor que los artículos de nailon o poliéster.
  • Cepille y lave su cabello con delicadeza.
  • Use un sombrero o pañuelo al estar en el exterior en clima frío para reducir la pérdida del calor corporal a través de la cabeza.
  • Use un protector o bloqueador solar o un sombrero para proteger del sol el cuero cabelludo.
  • La pérdida del cabello puede aminorarse un poco evitando halarse o cepillarse demasiado los cabellos y no usando aparatos que produzcan calor.
  • Use una redecilla en la noche o duerma sobre una almohada de satén para evitar que el cabello se caiga en mechones
  • Evite peinados que tiren de los cabellos, como las trenzas o las colas de caballo.
  • Use cepillos de cerdas anchas.
  • Tenga cuidado con las cejas o las pestañas, las cuales algunas veces también se afectan.
  • Si le causa molestias la caída del cabello, usted puede optar por cortarse el cabello muy corto o incluso afeitarse la cabeza.

Los cambios en el peso durante el tratamiento de cáncer son comunes. Existen varias causas de la pérdida de peso, entre las que se incluyen:

  • Comer menos debido a la náusea o falta de apetito.
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Deshidratación.

Entre las causas del aumento de peso se incluyen:

  • Menor actividad.
  • Comer más.
  • Retención de agua.
  • Ciertos medicamentos.

Deberá reportar a su doctor las diferencias mayores de dos kilos en el peso dentro de una semana o menos. Una disminución de peso, con el transcurso del tiempo, puede afectar la capacidad de la persona de funcionar, dejando a la gente débil e incapaz de participar en las actividades diarias.

La pérdida rápida de peso es con frecuencia una señal de deshidratación. Un aumento de peso, con el transcurso del tiempo, puede sugerir una condición de salud grave, tal como diabetes o hipertensión arterial. Podrá determinar si aumenta o pierde dos kilos aproximadamente en una semana por la forma en que se siente o cómo le queda la ropa, o por pesarse en la báscula alrededor de una vez por semana.

Preste atención a lo siguiente

  • Pierde dos kilos o más en una semana o en menos tiempo.
  • Piel seca.
  • Fatiga y debilidad.
  • Demasiada sed.
  • Mareos.
  • La ropa y los anillos le quedan grandes.
  • Aumenta dos kilos o más en una semana o en menos tiempo.
  • Tobillos hinchados.
  • Dificultad para respirar.
  • Sensación de abultamiento o hinchazón.
  • La ropa, calzado y anillos le aprietan.

Lo que el paciente puede hacer si ha perdido peso:

  • Beber líquidos ricos en proteínas y calorías entre las comidas.
  • Asegúrese de beber suficiente agua u otros líquidos sin cafeína.
  • Comer alimentos con alto contenido de proteínas. Puede que también quiera probar con suplementos alimenticios en presentación líquida.
  • Solicite a su médico o enfermera que le concerte una cita con un especialista en nutrición.

Si usted ha aumentado de peso:

  • Hable con su doctor o enfermera sobre limitar el consumo de líquidos si sus tobillos están hinchados.
  • Limite su consumo de sal.
  • Limite los alimentos con alto contenido de calorías.
  • Solicite a su médico o enfermera que le concerte una cita con un especialista en nutrición.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Pese al paciente a la misma hora cada día y anótelo junto con la fecha. Una buena hora para hacerlo es por la mañana antes del desayuno.
  • Informe al médico si la pérdida o aumento de peso del paciente le inquieta.
  • Esté atento de otros síntomas en el paciente.

Llame al médico si el paciente:

  • Pierde o aumenta más de dos kilos de peso en una semana.
  • Tiene dificultad para respirar.
  • Tiene mareos o confusión

El cansancio ocurre cuando una persona tiene menos energía para hacer las cosas que normalmente hace, o quiere hacer. Este cansancio es el efecto secundario más común del tratamiento del cáncer. El cansancio asociado con el tratamiento contra el cáncer es diferente al cansancio cotidiano. Puede aparecer de repente y puede resultar abrumador.

No se alivia mediante el descanso y puede durar meses después de concluido el tratamiento. El cansancio relacionado con el tratamiento contra el cáncer puede afectar muchos aspectos de la vida de una persona incluida su capacidad para realizar sus actividades cotidianas.

El cansancio o fatiga debido al cáncer es real, y no se debe ignorar. Puede empeorar cuando una persona está deshidratada, anémica, con dolor, sin poder dormir bien, con infección. Los estudios recientes han demostrado que los programas de ejercicios durante el tratamiento pueden ayudar a reducir el cansancio.

Preste atención a lo siguiente:

  • Siente que no tiene energía.
  • Duerme más de lo habitual.
  • Falta de interés o incapacidad en realizar las actividades normales.
  • Desatención en el aspecto personal.
  • Siente cansancio aún después de dormir.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Dificultad en encontrar las palabras al expresarse.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Lleve un equilibro entre el descanso y las actividades.
  • Si no puede moverse con la misma agilidad de antes, dígaselo al médico.
  • Planifique sus actividades importantes para cuando tenga más energía.
  • Programe las actividades importantes para hacerlas durante el día, y no para hacerlas todas de una sola vez.
  • Descanse y duerma lo suficiente. Puede que sean necesarias las siestas breves y los descansos.
  • Recuerde que el cansancio causado por el tratamiento es por un plazo corto y que usted irá gradualmente recuperando sus energías cuando finalice el tratamiento.
  • Solicite a otros que le ayuden con la preparación de las comidas, las tareas domésticas o las diligencias.
  • Mantenga una dieta balanceada que incluya proteína (carne, huevos, queso y legumbres, como guisantes y frijoles) e ingiera alrededor de 8 a 10 vasos de agua al día, a menos que su medico le dé otras instrucciones.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Ayude a programar las comidas, la limpieza de la casa, los trabajos de jardín o diligencias que puedan hacer los amigos y familiares del paciente.
  • Trate de no presionar al paciente a hacer más de lo que puede hacer.
  • Ayude al paciente a establecer una rutina de actividades durante el día.

Llame al médico si el paciente:

  • Siente tanto cansancio que no puede levantarse de la cama por más de 24 horas.
  • Se confunde no puede pensar con claridad.
  • Tiene problemas para dormir por las noches.
  • Tiene cansancio que empeora.
  • Presenta dificultad para respirar o palpitaciones rápidas después de hacer actividades ligeras.

Una herida es una lesión física que causa una ruptura en la estructura del cuerpo. La herida puede presentarse solamente debajo de la piel, en la superficie de la piel o en ambas áreas. Una incisión debido a cirugía es una herida.

Una herida también puede ser causada por una caída o un accidente, el crecimiento de un tumor, presión sobre áreas óseas o los efectos secundarios de la radioterapia. Cuidar correctamente una herida ayudará a protegerla de infecciones y a su curación. Las cicatrices se forman al sanar las heridas.

Preste atención a lo siguiente:

  • Enrojecimiento de la piel o formación de hematomas.
  • Piel escamosa o resquebrajada.
  • Costras o cortaduras en la piel.
  • Secreción o pus.
  • Sangrado.
  • Hinchazón / Inflamación.
  • Sensación de calor o ardor en el área afectada.
  • Dolor.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Lávese las manos bien antes y después de cambiarse el vendaje de la herida. Nunca reutilice los vendajes.
  • Mantenga la herida siempre limpia. A menos que el médico le indique algo distinto, lave la herida diariamente con agua y jabón, enjuague bien y seque la herida suavemente sin restregarla con un paño limpio.
  • Coloque el vendaje como se lo haya indicado el médico o la enfermera, o utilice vendaje no adhesivo. De ser posible use cinta adhesiva de papel.
  • Mantenga su vendaje limpio y seco. Si el vendaje se moja o ensucia, cámbielo de inmediato.
  • Si la herida comienza a sangrar, limpie bien la herida y aplique presión moderada con un paño frío o una compresa de hielo hasta que cese el sangrado. Enseguida proceda a cambiar el vendaje.
  • De ser posible, no coloque cinta adhesiva directamente sobre la piel (use un tipo de solución para "preparar" la piel o envuelva el vendaje con gasa y luego fije la gasa con la cinta adhesiva. Consulte a su enfermera o farmacéutico sobre dichos suministros).
  • Evite restregarse o rascarse la herida, o quitarse las costras.
  • Coma frutas cítricas, vegetales de hojas verdes, cereales integrales, carne, pescado y huevos, ya que estos alimentos contienen vitaminas y minerales que ayudan a promover la curación de las heridas.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Ayude a limpiar las heridas o cambiar los vendajes si el paciente no puede hacerlo por sí mismo. Si le es posible, use guantes desechables nuevos de plástico cada vez que limpie el área y aplique el nuevo vendaje. Lave sus manos antes y después de cambiar el vendaje, incluso si usó guantes.
  • Asegúrese de que el paciente cuenta con suficientes suministros para cambiarse el vendado tan frecuente como le fue indicado.
  • Esté atento de señales de infección.

Llame al médico si el paciente:

  • Tiene una herida que ha sangrado durante 15 minutos o más.
  • Tiene una herida que presenta enrojecimiento alrededor de los bordes y que se ha hinchado.
  • Presenta más dolor del normal en el sitio de la herida.
  • Presenta mal olor en la herida.
  • Presenta líquido de color verdoso o pus que sale de la herida.
  • Presenta una fiebre de 100.5°F (38°C) o más en un termómetro oral.

La diarrea es la evacuación de heces fecales (excremento) blandas o líquidas tres o más veces al día, con o sin molestia. Ocurre cuando, por algún motivo, el agua contenida en el intestino no es reabsorbida por el cuerpo. En ocasiones, la diarrea puede deberse a un desbordamiento de los líquidos intestinales que rodean las heces fecales alojadas en el intestino (impacto rectal). Otras causas pueden incluir quimioterapia, radioterapia al abdomen, medicamentos, las infecciones; cirugía; ansiedad; suplementos alimenticios que contienen grandes cantidades de vitaminas, minerales, azúcar y electrólitos, así como el crecimiento de tumores. La diarrea causada por la quimioterapia o la radioterapia puede persistir hasta tres semanas después de que finalice el tratamiento.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Tan pronto como empiece la diarrea, o cuando usted sienta que va a empezar, comience una dieta de líquidos claros (que incluya agua, té ligero, jugo de manzana, néctar de melocotón, caldos claros, paletas de hielo, gelatina sin sólidos agregados).
  • Evite los líquidos ácidos, como el jugo de tomate, jugos cítricos y bebidas carbonatadas.
  • Ingiera frecuentemente porciones pequeñas de comida. No coma alimentos que estén demasiados calientes o picantes.
  • Evite los alimentos grasosos, frutas o vegetales crudos y cafeína.
  • Evite los pasteles (bizcochos), confituras (dulces), jaleas y nueces.
  • No consuma alcohol o tabaco.
  • Evite la leche o los productos lácteos si parece que empeoran la diarrea.
  • Asegúrese de que su dieta incluya alimentos altos en potasio (plátano, papas y bebidas hidratantes como Gatorade o Powerade). El potasio es un mineral importante que puede escasear con la diarrea.
  • Supervise la cantidad y frecuencia de las evacuaciones.
  • Lave cuidadosamente el área del ano con un jabón suave después de cada evacuación intestinal, enjuáguela bien con agua tibia y séquela suavemente. O use toallitas de bebés para limpiarse después de cada evaluación.
  • Aplique en el área del ano un ungüento repelente del agua o vaselina.
  • Sentarse en una tina con agua caliente o los baños de asiento pueden ayudarle a aliviar las molestias.
  • Tome los medicamentos contra la diarrea según se lo recetó su médico.
  • Cuando comience a sentirse mejor, trate de comer porciones pequeñas de alimentos que le sean fáciles de digerir, tales como arroz, plátano, puré de manzana, yogur, puré de papa, requesón bajo en grasa y pan tostado. Si el problema de la diarrea mejora por un par de días, pruebe tener comidas normales en porciones pequeñas.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Asegúrese de que el paciente tome alrededor de tres litros de líquidos cada día.
  • Mantenga un registro de las evacuaciones, para ayudar a decidir cuándo debe llamar al médico.
  • Consulte al médico antes de usar cualquier medicamento contra la diarrea que se pueda obtener sin receta. Muchos de éstos contienen compuestos que son como la aspirina que pueden empeorar los problemas de sangrado. Hable con su médico sobre el uso de una medicina con receta.
  • Inspeccione el área del ano para ver si la piel está enrojecida, escamosa o desgarrada.
  • Para proteger la cama y las sillas, coloque almohadillas con cubierta de plástico por debajo del paciente, en el lugar donde se acuesta o se sienta.

Llame al médico si el paciente:

  • Tiene seis u ocho evacuaciones blandas o más al día, sin que haya mejoría alguna al cabo de dos días.
  • Sangra en o alrededor del área del ano o en las heces fecales.
  • Pierde alrededor de dos kilos (cinco libras) o más después de haber empezado la diarrea.
  • Tiene calambres o dolores abdominales recientes durante dos días o más.
  • No orina durante 12 horas o más.
  • No bebe líquidos durante 48 horas o más.
  • Tiene fiebre de 38°C o más en un termómetro que se colocó en la boca.
  • Tiene inflamación en el vientre o estómago.
  • Tiene estreñimiento durante varios días y comienza a tener un poco de diarrea o expulsa materia fecal líquida. Esto puede deberse a una retención fecal (estreñimiento severo).

Si el paciente tiene dificultad para respirar, puede que su organismo no esté recibiendo suficiente oxígeno. Ya sea que los pulmones no pueden recibir suficiente aire o que el cuerpo no puede obtener suficiente oxígeno a través del torrente sanguíneo. Un número de problemas distintos puede ser la causa de esto, incluyendo trastornos crónicos de los pulmones, obstrucción de las vías respiratorias, neumonía, debilidad de los músculos respiratorios u obesidad.

También puede ser a causa de dolor, inmovilidad, mala alimentación, estrés o ansiedad, reacciones alérgicas, cirugía, anemia, efectos secundarios de la quimioterapia o radioterapia, tumores, fluidos en los pulmones o insuficiencia cardiaca, entre otros problemas.

Preste atención a lo siguiente:

  • Falta de aliento o dificultad para respirar cuando descansa, come o habla, o haciendo cualquier ejercicio.
  • Dolor en el pecho.
  • Respiración agitada.
  • Incremento del ritmo cardiaco.
  • Piel pálida o de color azulado.
  • Partes de los dedos cubiertas por las uñas se tornan azuladas.
  • La piel puede sentirse fría y húmeda.
  • Las fosas nasales pueden ensancharse al inhalar.
  • Respiración sibilante.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Mantenga la calma.
  • Siéntese elevando la parte superior del cuerpo a un ángulo de 45° alzando la cama o usando almohadas.
  • Tome los medicamentos o el tratamiento indicado que haya sido recetado para la respiración (como el uso de oxígeno, medicamentos para el alivio de la respiración sibilante, inhaladores o nebulizadores).
  • Si no tiene mucha dificultad para respirar, tómese la temperatura y el pulso.
  • Inhale profundamente por la nariz y exhale por la boca con los labios fruncidos por el doble de tiempo que duró la inhalación (esto se conoce como respiración con labios fruncidos).
  • Si al cabo de cinco minutos aún no siente alivio, siéntese en el borde de la cama con los pies sobre un banco, con los brazos descansando en una mesita para poner sobre o al lado de la cama, con almohadas encima y la cabeza inclinada ligeramente hacia adelante.
  • Si está tosiendo y escupiendo, observe la cantidad de esputo o saliva que produce, y cómo luce y huele.
  • Hable con su médico sobre cómo le afecta sus problemas respiratorios, especialmente si tiene que dejar de hacer algunas de sus actividades cotidianas para evitar quedarse sin aliento.
  • Pruebe con relajar los músculos para reducir la ansiedad. La ansiedad empeora los problemas respiratorios.
  • Si continúa teniendo dificultades para respirar, solicite a su doctor medicamentos que puedan aliviar esto.
  • Si de repente se da una nueva dificultad para respirar o si no mejora, su piel luce pálida o azulada, o si tiene malestar en el pecho, problema para hablar, mareos o debilidad.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Mientras revisa el pulso del paciente con una mano, utilice un reloj en la segunda mano contando el número de latidos por minuto (si cuenta el número de respiraciones por minuto, hágalo sin decírselo al paciente. Si el paciente lo sabe, éste tenderá a acelerar o frenar el ritmo respiratorio sin estar consciente de ello).
  • Revise la temperatura del paciente para ver si tiene fiebre.
  • Si el paciente experimenta falta de aliento, quite o afloje las prendas de vestir ajustadas.
  • Coloque al paciente sentado en una postura de descanso que le resulte cómoda.
  • Recuérdele tomar respiraciones lentas, profundas y que exhale lentamente.
  • Retire al paciente de temperaturas extremas, especialmente calurosas, las cuales dificultan la respiración.
  • Note si el paciente se queda sin aire al llevar a cabo una actividad demandante, una actividad normal y al estar en estado ocioso, y si esto sucede mientras el paciente está de pie, sentado o acostado.
  • Colocar al paciente frente a una ventana abierta o frente al ventilador para que sople un viento ligero sobre su rostro puede ayudar a ciertas personas.
  • Ofrezca cualquier medicamento o inhalador que haya sido recetado para aliviar la dificultad respiratoria.
  • Si se receta oxígeno para administrarse en casa, asegúrese de que sabe cómo administrarlo y a qué tasa de flujo (no cambie la tasa de flujo sin consultar al doctor primero). No permita que se fume ni se encienda fuego cuando se esté haciendo uso del oxigeno.

Llame al médico si el paciente:

  • Presenta dificultad para respirar o dolor en el pecho.
  • Tiene esputo espeso, amarillo, verde o con sangre.
  • Tiene piel pálida o azulada, o se siente fría y húmeda.
  • Tiene fiebre de 38°C en un termómetro oral.
  • Fosas nasales ensanchadas al respirar.
  • Presenta confusión o se siente inquieto.
  • Tiene problemas para hablar.
  • Tiene mareo o debilidad.
  • Tiene inflamación del rostro, cuello o brazos.
  • Respiración sibilante.

Es importante hacer ejercicio tanto como se pueda para mantener los músculos funcionando lo mejor posible. El ejercicio ayuda a evitar problemas que son causados por periodos prolongados que el paciente pasa en la cama, tales como la rigidez de las articulaciones, debilidad de los músculos, problemas respiratorios, estreñimiento, llagas en la piel, falta de apetito y cambios en el estado mental. También ayuda a reducir el estrés y aliviar la fatiga. Hable con su médico sobre los ejercicios que pueda realizar con seguridad y establezca metas para incrementar su nivel de actividad física de forma paulatina.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Atiéndase a sí mismo tanto como pueda diariamente.
  • Salga a caminar todos los días.
  • Haga ejercicios activos o pasivos de alcance de movimiento, según las indicaciones de la enfermera, el médico o el fisioterapeuta. El alcance activo de movimiento es cuando mueve una articulación sin la ayuda de otras personas. El alcance pasivo de movimiento es cuando alguien más mueve su articulación. Usted puede hacer estos ejercicios sin levantarse de la cama. Evite mover cualquier articulación si siente dolor.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Acompañe al paciente a caminar o a hacer otros ejercicios al aire libre.
  • Anime al paciente a atenderse a sí mismo lo más que pueda.
  • Hable con el médico o enfermera sobre los ejercicios activos de alcance de movimiento si el paciente tiene dificultad para levantarse de la cama. Usted le puede recordar al paciente que haga estos ejercicios varias veces al día, si él o ella puede hacerlos. Si no puede hacer estos ejercicios, usted puede aprender a ayudar al paciente a hacer ejercicios pasivos de alcance de movimiento.

Llame al médico si el paciente:

  • Presenta debilidad progresiva, comienza a perder el equilibrio o comienza a caerse.
  • Tiene algún dolor nuevo o que empeora.
  • Tiene dolores de cabeza o mareos.
  • Tiene visión borrosa, entumecimiento reciente u hormigueo en los brazos y las piernas.

El estreñimiento consiste en la expulsión poco frecuente o difícil de las heces fecales (excremento), lo que a menudo causa dolor y molestia. Se debe a la falta de líquido o a movimientos insuficientes en el intestino. La falta de actividad, la debilidad, ignorar la necesidad de evacuar, los analgésicos y una ingestión de líquido insuficiente pueden contribuir a este problema.

Preste atención a lo siguiente:

  • Evacuaciones pequeñas y duras.
  • Fuga de heces suaves o líquidas que se asemeja a la diarrea.
  • Dolor estomacal o retortijones.
  • Exceso de gases o eructos frecuentes.
  • Abdomen parece inflamado o hinchado.
  • No haber evacuado en los últimos tres días.
  • Vómitos o náuseas.
  • Sensación de llenura o incomodidad.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Beber más líquidos. Por la mañana, los jugos de frutas frescas o los líquidos calientes resultan especialmente beneficiosos.
  • Aumente el consumo de alimentos altos en fibra en la dieta diaria, tales como:
    • Cereales y panes integrales.
    • Frutas frescas crudas con cáscara y semillas.
    • Verduras frescas crudas.
    • Jugos de frutas.
    • Dátiles, albaricoques, ciruelas, jugo de ciruela y nueces.
  • Evite los alimentos y las bebidas que causan gases, tales como la col (repollo), el brócoli y los refrescos carbonatados.
  • Evite comer o disminuya el consumo de cualquier alimento que cause estreñimiento, como el queso y los huevos.
  • Haga la mayor cantidad de ejercicios sencillos que pueda.
  • No use enemas ni supositorios. Use laxantes o agentes para ablandar las heces fecales si su médico o enfermera lo recomienda.
  • Acuda al baño tan pronto como tenga necesidad de evacuar.
  • Mantenga un registro de las evacuaciones para que los problemas puedan ser rápidamente notados.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Ofrézcale al paciente jugo de ciruela, limonada caliente, café o té para que ayude a estimular las evacuaciones.
  • Anime al paciente a tomar más líquidos.
  • Ayude a mantener un registro de las evacuaciones.
  • Ofrézcale al paciente alimentos con alto contenido de fibra, tales como granos integrales, frutas secas y salvado.
  • Consulte a su médico antes de usar laxantes.

Llame al médico si el paciente:

  • No ha evacuado en 48 horas.
  • Sangra en o alrededor del área del ano o en las heces fecales.
  • No puede evacuar al cabo de uno o dos días después de haberse tomado un laxante.
  • Tiene retortijones o vómitos persistentes.

Un estoma es una apertura creada quirúrgicamente en el cuerpo para reemplazar una apertura natural. Se requiere cuando la apertura natural es bloqueada por un tumor o cuando ha sido alterada como parte del tratamiento contra el cáncer. Los estomas funcionan como sitios nuevos para funciones básicas del cuerpo.

Existen distintos tipos de estomas. Hay tres que se ven comúnmente en las personas con cáncer:

  • La traqueotomía en la tráquea.
  • La urostomía en la vejiga o sistema urinario.
  • La colostomía en el intestino grueso (colon).

Lo que el paciente puede hacer

Traqueotomía

  • Utilice lápiz y papel para comunicarse o “hablar” con los demás.
  • Deje la sección externa del tubo de la traqueotomía en su lugar salvo que su médico o enfermera le indique lo contrario.
  • Limpie diariamente el tubo de la traqueotomía al menos una vez como haya sido indicado por su enfermera o doctor.
  • Lleve a cabo el procedimiento de succión según se requiera o de acuerdo con las indicaciones del médico o la enfermera.
  • Lave sus manos detalladamente antes y después de manejar la traqueotomía para evitar infecciones.
  • Tenga cuidado de que no entre agua en la traqueotomía mientras se baña. Puede utilizar un babero con el lado plástico hacia afuera para evitar que entre agua y le permita respirar durante la ducha bajo la regadera, o puede adquirir cubiertas especiales protectoras.
  • Evite ir a nadar y manténgase con mucho cuidado alrededor de lugares acuáticos (playa, lagos, etc.). Estar cerca de agua que pueda llegar al cuello será un riesgo para usted porque el agua se introduciría a sus pulmones.
  • Use una bufanda o camisa de tela delgada (como de algodón) que cubra la abertura pero que permita el paso del aire. Esto ayuda a proteger el estoma del polvo y de fibras sueltas.
  • Solicite ver a un terapeuta respiratorio, enfermera de ostomía o terapeuta del habla si necesita más información.

Urostomía y colostomía

  • Cada día, limpie suavemente la piel que rodea el estoma con agua tibia solamente (podría ser que note una cantidad pequeña de sangre durante el lavado, lo cual está bien).
  • Seque el área con golpecitos ligeros o deje que el aire la seque.
  • Es posible tomar baños o duchas con la bolsa o sin ésta.
  • Aplíquese barreras, bordes o pastas en la piel para rodear el estoma antes de colocarse la bolsa.
  • Vacíe la bolsa cuando la tercera parte esté llena.
  • Cambie la bolsa de la colostomía antes de que haya una fuga, de ser posible, no más de una vez por día y no menos de una vez cada tres o cuatro días.
  • Cambie la bolsa de urostomía cada tres a siete días.
  • Irrigue la colostomía según las indicaciones de su médico o enfermera.
  • Consulte a su enfermera enterostomal si tiene cualquier pregunta.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente

Traqueotomía

  • Aprenda cómo atender la traqueotomía.
  • Sepa cómo hacer la succión de las mucosidades en la parte superior de la vía respiratoria.
  • El aire húmedo ayuda a que la mucosidad sea muy densa y pegajosa. Un humidificador, especialmente en la recámara, puede resultar útil. Consulte a su doctor o enfermera sobre cómo limpiar el humidificador.

Urostomía y colostomía

  • Consulte cómo atender el estoma, incluyendo la piel alrededor de la abertura.
  • Ofrezca ayuda si el paciente tiene problemas. Con frecuencia el paciente siente vergüenza y no pedirá ayuda.

Puede ser que una persona con poco o ningún apetito coma mucho menos de lo acostumbrado, o bien, que no coma nada en lo absoluto. La falta de apetito puede deberse a causa de muchos motivos, como problemas para tragar, depresión, dolor, náuseas o vómitos.

También puede deberse a un cambio en el sentido del gusto o el olfato, así como sentirse lleno, crecimiento del tumor, deshidratación, o por efectos que surgen con la quimioterapia y la radiación. En la mayoría de los casos, la falta de apetito constituye un problema de corta duración.

Es importante prestar atención a lo siguiente:

  • Falta de interés por la comida.
  • Rechazo a los alimentos favoritos.
  • Pérdida de peso.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Hable con su médico sobre lo que puede estar causando su falta de apetito.
  • Ingiera la cantidad de alimentos que desee, pero no se obligue a comer.
  • Considere la comida como parte necesaria del tratamiento.
  • Empiece el día con un desayuno.
  • Ingiera pequeñas cantidades de sus alimentos favoritos con frecuencia.
  • Trate de comer alimentos altos en calorías que sean fáciles de ingerir, como por ejemplo budín, gelatina, helado, yogur y malteadas.
  • Añada salsas y jugos a las carnes, y luego córtelas en pequeñas porciones para que sean fáciles de tragar.
  • Use mantequilla, aceites, almíbares, y leche en los alimentos para aumentar las calorías. Evite alimentos bajos en grasa a menos que las grasas causen agruras (acidez) u otros problemas.
  • Pruebe con especias y condimentos fuertes.
  • Cree un ambiente agradable para comer. La música suave, la conversación y otras distracciones pudieran ayudarle a comer mejor.
  • Coma en compañía de otros miembros de la familia.
  • Beba líquidos entre comidas en lugar de hacerlo durante la comida (los líquidos durante las comidas pueden hacerle sentir lleno antes de tiempo).
  • Haga ejercicios ligeros una hora antes de las comidas.
  • Los caramelos macizos, el té de menta o el refresco o gaseosa de jengibre pudieran eliminar el sabor extraño en la boca.
  • Contando con la aprobación de su médico, disfrute un vaso de cerveza o vino antes de comer.
  • Coma un bocadillo a la hora de irse a dormir.
  • Cuando no tenga ganas de comer, pruebe con alimentos líquidos. El uso de una pajilla (popote, sorbete, calimete, cañita, pitillo) puede ayudar.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Trate de darle al paciente de seis a ocho comidas ligeras y meriendas cada día.
  • Ofrezca comidas basadas en almidones (pan, pasta, papas) y con un alto contenido de proteína, como pescado, pollo, carnes, pavo, huevos, quesos, leche, tofu, nueces, mantequilla de maní, yogur, guisantes y frijoles.
  • Mantenga las bebidas y jugos fríos al alcance del paciente.
  • Si el olor de la comida molesta al paciente, ofrezca alimentos blandos fríos o a temperatura ambiente.
  • Procure un ambiente agradable para las comidas y coma en compañía del paciente.
  • Ofrezca licuados de frutas, malteadas o alimentos líquidos cuando el paciente no quiera comer.
  • Si al paciente le molesta el sabor amargo o metálico de los utensilios, use tenedores y cuchillos de plástico.
  • No se culpe a sí mismo cuando el paciente rehúse los alimentos o no pueda comer.
  • Si el paciente no puede comer, usted puede brindarle su compañía, leerle al paciente u ofrecerle un masaje.

Llame al médico si el paciente:

  • Siente náuseas y no puede comer por un día o más.
  • Pierde alrededor de dos kilos (cinco libras) o más.
  • Siente dolor al comer.
  • No puede orinar durante un día entero o no ha evacuado durante dos días o más.
  • No orina frecuentemente, y cuando lo hace, la orina sale en pequeñas cantidades, presenta un fuerte olor o un color oscuro.
  • Ha estado con vómitos durante más de 24 horas.
  • No puede ingerir líquidos.
  • Siente dolor que no puede ser controlado.

La fiebre consiste en una temperatura corporal de más de 38°C en un termómetro oral, que persiste durante uno o más días. La fiebre usualmente es causada por una infección.

Las infecciones pueden ser virales (en cuyo caso los síntomas pueden ser tratados aunque no se cuente con tratamiento contra la causa en sí) o pueden ser causadas por bacterias u hongos (en cuyo caso se pueden recetar medicamentos después de diagnosticar la infección). Otras causas de la fiebre incluyen las enfermedades inflamatorias, las reacciones a los medicamentos o los crecimientos tumorales. En algunos casos no se puede identificar la causa. Cuando hay una infección, la fiebre causa que el cuerpo se "caliente" para tratar de destruir cualquier organismo invasor. La fiebre es un importante mecanismo de defensa natural contra las bacterias.

Las personas que reciben quimioterapia tienen más probabilidades de contraer una infección porque les ha disminuido su recuento de glóbulos blancos necesarios para combatir las infecciones. Es recomendable usar un termómetro oral que sea fácil de usar y de leer (uno para tomar su temperatura en la boca) para que pueda revisar su temperatura y saber si tiene fiebre.

Preste atención a lo siguiente:

  • Aumento en la temperatura de la piel.
  • Calor.
  • Sensación de cansancio.
  • Dolor de cabeza.
  • Sensación de frío.
  • Escalofríos.
  • Dolores musculares.
  • Erupciones en la piel.
  • Cualquier área nueva que muestre inflamación o enrojecimiento.
  • Pus o secreción amarillenta que proviene de una herida o de otra parte.
  • Tos reciente o dificultad para respirar.
  • Dolor abdominal reciente.
  • Ardor o dolor al orinar.
  • Dolor de garganta.
  • El paciente está confundido, no sabe dónde se encuentra, se vuelve olvidadizo o lo que dice no hace sentido.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Si comienza a sentirse caliente o frío, verifique su temperatura por la boca cada dos a tres horas. Si no puede mantener el termómetro en su boca, colóquelo debajo de su axila.
  • Lleve un registro anotando la temperatura cada vez que se la tome.
  • Tome muchos líquidos, como agua, jugos de frutas, refrescos de cola, paletas de hielo y sopas.
  • Descanse lo suficiente.
  • Si tiene frío, cúbrase con una manta.
  • Si tiene calor, cúbrase solamente con una sábana.
  • Si tiene la frente caliente, aplíquese compresas frías.
  • Tome acetaminofén (Tylenol) u otro medicamento para bajar la fiebre, sólo si su médico se lo indica.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Preste atención a escalofríos con temblor, y tome la temperatura del paciente después que finalice el temblor.
  • Coloque el termómetro en la boca o en la axila para tomar la temperatura (no se tome la temperatura en el recto a menos que el médico le indique que puede hacerlo).
  • Anime a los visitantes que tienen fiebre o gripe a llamar por teléfono en vez de visitar al paciente personalmente.
  • Ofrezca al paciente más líquido y bocadillos.
  • Ayude al paciente a tomar los medicamentos en el horario indicado por el médico.
  • Llame al médico si el paciente está confundido, no sabe dónde se encuentra, se vuelve olvidadizo o lo que dice no hace sentido.

Llame al médico si el paciente:

  • Tiene una temperatura de 38°C o más en un termómetro que se colocó en la boca.
  • Presenta dos o más de los síntomas que aparecen en el tema "Preste atención a lo siguiente" de esta sección.
  • Tiene fiebre que dura más de 24 horas.
  • Tiene escalofríos con temblor.
  • No puede tomar líquidos.

Una llaga (úlcera ) o presión en la piel se produce cuando el suministro de sangre hacia un área del cuerpo cesa, muriendo la piel de esa área. Una persona que ha estado confinada en cama o que siempre está en una silla de ruedas ejerce presión en las mismas partes del cuerpo por mucho tiempo. Esto reduce el flujo de sangre a dichas partes, haciéndolas más propensas a desarrollar heridas abiertas. La condición de éstas empeora cuando rozan contra las sábanas o es levantado bruscamente de la cama o silla.

  • Qué señales debe observar: piel agrietada, ampollada, escamosa o desgarrada.
  • Una llaga abierta que comprende la superficie de la piel o que penetra en un tejido por debajo de la piel.
  • Manchas color amarillento en la ropa, sábanas o la silla (que puedan estar teñidas de sangre).
  • Áreas enrojecidas en la piel, que no desaparecen incluso si se elimina la presión.
  • “Puntos de presión” dolorosos o muy sensibles (tal como, la parte posterior de la cabeza o del hombro, las orejas, los codos, los glúteos, las caderas, los talones y cualquier parte con hueso que se apoye en la superficie de la cama).

Lo que el paciente puede hacer

  • Cambie de posición por lo menos cada dos horas: de acostado del lado izquierdo a acostado de espalda, y luego del lado derecho.
  • Cambie el punto en donde recaiga el peso cada 15 minutos al estar en una silla de ruedas. Use cojines especiales con acolchado de esponja o gel para reducir la presión.
  • Escoja prendas de vestir que no queden muy ceñidas (que aprieten), ni muy holgadas que puedan abultarse por debajo.
  • Proteja los otros “puntos de presión” con almohadas para prevenir nuevas llagas. De ser posible, use un colchón que reduzca la presión o una cubierta de hule espuma.
  • Ejercítese tanto como pueda. Por ejemplo, haga caminatas breves dos o tres veces al día. Si no puede caminar, haga ejercicios de estiramiento, mueva brazos y piernas hacia adelante, atrás, arriba y abajo.
  • Ingiera alimentos altos en proteína, como por ejemplo pescado, huevos, carne, leche o crema de cacahuate (mantequilla de maní).
  • Aumente su consumo de líquidos (si no está comiendo bien, intente con líquidos como los batidos o malteadas altas en calorías).
  • Proteja la llaga y el área circundante con una almohadilla de esponja adaptable o almohada.
  • Enjuague la llaga abierta con agua muy cuidadosamente y cúbrala con un vendaje. Haga esto cada vez que el vendaje se moje, o por lo menos dos veces al día como se lo haya indicado su doctor o enfermera. Use los ungüentos y cremas si fueron recetados justo como se lo hayan indicado. Reporte cualquier picazón (comezón) o ampollas que surja en el área de la piel afectada.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente

  • Recuerde al paciente cambiar su posición con frecuencia, o ayúdele a voltearse cada dos horas.
  • Si el paciente no puede tener control sobre sus intestinos y vejiga, cambie su ropa interior tan pronto observe suciedad. Aplique un ungüento en la piel tras limpiarla y mantenga el área seca. Espolvoree maicena sobre el ungüento. Evite el uso de ropa interior de material plástico a menos que el paciente no esté en cama. Utilice un colchoncillo protector por debajo para prevenir que se moje el colchón cuando el paciente esté acostado.
  • Si hay alguna una llaga (úlcera) abierta, consulte al médico sobre vendajes especiales para ayudar a protegerla.

Si el paciente está limitado a permanecer en cama:

  • Mantenga las sábanas de abajo tensas para que no hagan arrugas.
  • Mantenga la cabecera de la cama horizontal o a un ángulo de 30°.
  • Espolvoree maicena sobre las sábanas para reducir la fricción contra éstas.
  • Revise su espalda y costados cada día para asegurar que la piel luzca normal. Ponga especial atención a las áreas de presión como cóccix, caderas, rodillas, tobillos, talones, hombros y codos.
  • Si advierte un área de presión enrojecida (un área que permanece enrojecida después de haberle quitado la presión), evite la presión tanto como sea posible para intentar prevenir mayor daño. Utilice almohadas y cambie frecuentemente la posición del paciente.
  • Si el paciente tiene dificultades para estar sobre sus costados, vea si con almohadillas puede ayudar a sostener la posición.
  • Los cojines de esponja y gel para camas y sillas pueden ser útiles para algunos pacientes.
  • Si el problema continúa, hable con su doctor o enfermera sobre opciones de atención en el hogar. Infórmese sobre camas especiales que reducen las áreas de presión.

Llame al médico si el paciente:

  • Tiene la piel agrietada, ampollada, escamosa o desgarrada.
  • Tiene una llaga que se está agrandando.
  • Tiene una secreción de la llaga espesa o maloliente.
  • Necesita ser referido a una agencia de cuidados en el hogar para recibir ayuda con suministros y atención de las llagas por presión.

Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer http://www.cancer.org/espanol/servicios/cuidadoresdelasalud/fragmentado/la-atencion-del-paciente-con-cancer-en-el-hogar-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-care-at-home-skin-pressure-sores

Las llagas en la boca son como pequeñas cortaduras o úlceras en la boca. Pueden ser muy rojas o tener manchas blancas pequeñas en el centro. Puede que sangren o se infecten. Podrán aparecer tras una o dos semanas de haber recibido algunos tipos de quimioterapia. También pueden ser causadas por la radioterapia aplicada al área de la cabeza y el cuello, o por una infección, deshidratación, mala higiene bucal, terapia de oxígeno, consumo de alcohol o tabaco, o bien, por falta de proteínas o por insuficiencia de vitaminas. Su curación puede tomar entre dos y cuatro semanas. Las llagas en la boca pueden ser muy dolorosas y pueden provocar deshidratación, falta de apetito y pérdida de peso.

Qué señales debe observar

  • Interior de la boca y las encías enrojecidas, brillantes o hinchadas.
  • Pequeñas úlceras o llagas en la boca, las encías o debajo de la lengua.
  • Una capa blanca o amarilla en la boca o la lengua.
  • Sangre en la boca.
  • Manchas de color blancuzco o pus en la boca.
  • Aumento de la mucosidad en la boca.
  • Irritación o dolor en la boca o en la garganta.
  • Sensación de resequedad, ardor ligero o dolor al comer alimentos calientes y fríos.

Lo que el paciente puede hacer

  • Revísese la boca dos veces al día con una linterna pequeña y un depresor de lengua (abatelenguas). Si usa dentadura (prótesis dental) quítesela antes de revisarse la boca. Dígale a su médico o enfermera si su boca luce o se siente diferente o si usted nota cambios en el sentido del gusto.
  • Siga el plan que realiza para la atención bucal 30 minutos después de comer y cada cuatro horas mientras está despierto, o al menos dos veces al día, salvo que su doctor o enfermera den otras indicaciones:
  • Lávese los dientes con un cepillo de cerdas de nailon suaves. Para suavizar aún más las cerdas, introduzca el cepillo en agua caliente antes de usarlo y enjuague el cepillo con agua caliente durante el cepillado. Si el cepillo dental le lastima, use un palito envuelto en gasa o algodón. O use hisopos (palillos con extremos algodonados) que puede adquirir en la farmacia.
  • Enjuague bien el cepillo dental en agua caliente después de usarlo, y guárdelo en un lugar fresco y seco.
  • Use una pasta dental no agresiva que contenga fluoruro. Tenga cuidado, ya que las pastas dentales blanqueadoras pueden contener peróxido de hidrógeno lo cual podría irritar las llagas en la boca.
  • Quite y lave las prótesis dentales entre comidas en un horario de rutina. Si tiene llagas detrás de la dentadura postiza, hay que quitársela entre comidas y por la noche, y hay que lavarla bien entre usos.
  • Lave bien las dentaduras postizas entre usos, y almacénelas sumergidas en un enjuague antibacterial. Si la dentadura postiza no encaja bien, no la use durante el tratamiento.
  • Después de las comidas y a la hora de acostarse, enjuague con cuidado su boca con una de las siguientes soluciones (agite la solución bien dentro de su boca y haga gárgaras con ella delicadamente, después escúpala).

1 cucharadita de bicarbonato de sodio mezclado con 2 tazas de agua 1 cucharadita de sal y 1 cucharadita de bicarbonato de sodio mezclado con 1 litro de agua

  • Evite los enjuagues bucales comerciales que comúnmente contienen alcohol u otros irritantes.
  • Si acostumbra a usar hilo dental, siga haciéndolo al menos una vez al día salvo que se le indique lo contrario. Informe a su doctor si esto le causa sangrado u otros problemas. Si no acostumbraba usar hilo dental, hable con su doctor antes de empezar.
  • Mantenga los labios húmedos con vaselina, un bálsamo suave para los labios o aceite de coco.
  • Tome de dos a tres litros de líquidos al día si su médico lo aprueba.
  • Si el dolor en la boca es muy intenso o le dificulta comer, solicite a su médico que le recomiende un medicamento que pueda servirle para enjuagarse entre 15 y 20 minutos antes de las comidas, o que pueda aplicarse antes de las comidas en las áreas dolorosas con un palito con extremo de algodón. Si esto no funciona, puede que requiera de algo más fuerte. Hable con su médico para ver si es necesario que le recete otros medicamentos contra el dolor. Tome té tibio sorbiendo lentamente.
  • Consuma alimentos y líquidos congelados (como paletas de hielo, trocitos de hielo, yogur congelado, helado).
  • Coma alimentos blandos y húmedos que sean fáciles de tragar.
  • Ingiera con frecuencia alimentos fáciles de digerir no condimentados que no sean picantes, en pequeñas porciones. Evite las frutas y verduras crudas y otros alimentos secos, duros y crujientes como las frituras (papitas o pretzels).
  • Evite los alimentos muy salados, condimentados o azucarados.
  • Evite las frutas y jugos ácidos como aquellos de tomate, naranja, toronja, lima o limón.
  • Evite las bebidas carbonatadas (sodas), el alcohol y el tabaco.
  • Genere un ambiente agradable durante la comida.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente

  • Use una linterna pequeña para revisar la boca del paciente en busca de áreas rojas o blancas las cuales comúnmente se tornan en llagas. Si el paciente usa dentadura postiza, quítela antes de hacer la revisión.
  • Ofrezca líquidos con un sorbete (pajilla, popote, calimete, pitillo) lo cual ayudará a evitar que el líquido pase por el área adolorida en la boca.
  • Ofrezca alimentos blandos. Haga puré los alimentos en una licuadora para hacerlos más fáciles de comer.
  • Intente recubrir las llagas de la boca con ungüentos antes de las comidas para adormecer el área al estar comiendo.
  • Ofrezca analgésicos 30 minutos antes de las comidas.

Llame al médico si el paciente:

  • Presenta enrojecimiento o brillo en la boca que dure más de 48 horas.
  • Tiene sangrado de las encías.
  • Tiene cualquier tipo de cortada o llagas en la boca.
  • Tiene una temperatura de 38 °C o más por termómetro oral.
  • Presenta manchas blancas en la lengua o en el interior de la boca.
  • Tiene un consumo bajo de alimentos y líquidos en los últimos dos días.
  • No puede tomar medicamentos debido a las llagas en la boca.

http://www.cancer.org/espanol/servicios/cuidadoresdelasalud/fragmentado/la-atencion-del-paciente-con-cancer-en-el-hogar-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-care-at-home-mouth-sores

Los recuentos sanguíneos miden tres partes importantes de la sangre que se refieren:

  • El porcentaje de hemoglobina mide la capacidad de los glóbulos rojos de la sangre para transportar el oxígeno. Un nivel de hemoglobina normal es de aproximadamente 14.5 a 18 para los hombres y de 12 a 16 para las mujeres. La mayoría de las personas todavía pueden sentirse bien con un porcentaje de hemoglobina de solamente 10. A un nivel bajo de hemoglobina se le llama anemia.
  • El recuento de glóbulos blancos mide la capacidad de su cuerpo para combatir las infecciones. Un nivel de glóbulos blancos normal es de aproximadamente 5,000 a 10,000. Un nivel bajo de glóbulos blancos puede indicar que usted está en alto riesgo de una infección. Es importante estar al pendiente de los signos de infección para que así pueda acudir a su doctor para un tratamiento inmediato. Un nivel alto puede ser señal de una infección, o puede deberse a ciertos tipos de enfermedad.
  • El recuento de plaquetas analiza las células que ayudan a la coagulación de la sangre. Un recuento normal de plaquetas es de aproximadamente 150,000 a 450,000. Una coagulación normal aún es posible con un recuento de 100,000. Una pérdida de sangre peligrosa puede producirse cuando el recuento de plaquetas baja a menos de 20,000.

Puede que tome algunas semanas tras recibir el tratamiento contra el cáncer para que sus recuentos sanguíneos se normalicen. Si consulta a cualquier otro doctor o dentista durante este tiempo, asegúrese de informarle de que sus recuentos son bajos. Puede que algunos tratamientos muy comunes le causen problemas.

Hemoglobina baja

Preste atención a lo siguiente:

  • Cansancio nuevo o que empeora dificultando realizar las actividades cotidianas.
  • Dolor de pecho o dificultad para respirar.
  • Palidez en la piel, base de las uñas o encías.
  • Mareos.
  • Debilidad.
  • Sangre en las heces fecales (excremento rojo brillante, rojo oscuro o negro).
  • Vómito de sustancias de color café oscuro o rojo brillante (los últimos dos son signos de sangrado, lo que puede causar anemia).

Lo que el paciente puede hacer:

  • Lleve un equilibro entre el descanso y las actividades.
  • Si no puede moverse con la misma agilidad de antes, dígaselo al médico.
  • Planifique sus actividades importantes para cuando tenga más energía.
  • Mantenga una dieta balanceada que incluya proteína (carne, huevos, queso, y legumbres, como guisantes y frijoles) y beba de 8 a 10 vasos de agua al día, a menos que el equipo de atención del cáncer le dé otras instrucciones.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Ayude a programar las comidas, limpieza de la casa, trabajos de jardín o diligencias que puedan hacer los amigos y familiares del paciente.
  • Preste atención a confusión, desfallecimiento o mareos que pudiera notar en el paciente, según se indicó anteriormente.

Llame al médico si el paciente:

  • Tiene dolor de pecho.
  • Siente dificultad para respirar mientras descansa.
  • Experimenta mareos o desmayos.
  • Tiene confusión o dificultad para concentrarse.
  • No ha podido levantarse de la cama durante más de 24 horas.
  • Presenta sangre en las heces fecales.
  • Vómito de sustancias de color café oscuro o rojo brillante.

 

Recuento bajo de células sanguíneas

Preste atención a lo siguiente:

  • Una temperatura de más de 38°C (100.5°F) tomada en la boca.
  • Cualquier área nueva que muestre inflamación o enrojecimiento.
  • Pus o secreción amarillenta que proviene de una herida o de otra parte.
  • Tos reciente o dificultad para respirar.
  • Dolor abdominal reciente.
  • Temblores por escalofríos que puede que sean seguidos de sudoración.
  • Ardor o dolor al orinar.
  • Dolor de garganta.
  • Llagas o puntos blancos en la boca.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Tome la temperatura por vía oral, o debajo del brazo si no puede mantener un termómetro en su boca.
  • Tome acetaminofeno (Tylenol) para la fiebre después de llamar al médico.
  • Manténgase abrigado.
  • Tome antibióticos u otro medicamento que el médico le indique.
  • Tome líquidos, pero no más de lo que pueda tolerar.
  • Evite cualquier cosa que pueda causar cortadas en la piel.
  • Lave las cortaduras y raspones con agua y jabón todos los días, aplique ungüentos antibióticos y mantenga el área cubierta hasta que sane la herida.
  • Báñese diariamente para mantener su cuerpo limpio y lávese las manos después de usar el servicio sanitario.
  • Evite las multitudes de gente y no visite a personas que tengan alguna infección, resfriado, gripa o fiebre.
  • Hable con su doctor o enfermera acerca de comer frutas y verduras crudas. Algunos sugieren sólo comer frutas y verduras cocidas hasta que se incrementen los recuentos de glóbulos blancos. Si consume alimentos crudos, lávelos cuidadosamente y quíteles la cáscara para prevenir las bacterias.
  • Mantenga su boca limpia al lavarse los dientes diariamente dos veces y usar hilo dental una vez al día (a menos que le hayan indicado no usar hilo dental).
  • A fin de evitar el estreñimiento y tener que esforzarse durante la evacuación, use un agente para suavizar las heces fecales. No use enemas o supositorios de ninguna clase.
  • Si tiene constipación, vea la sección sobre el estreñimientoConsulte a su médico antes de usar laxantes.
  • Tome de dos a tres litros de líquido al día si su médico lo aprueba.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Preste atención a escalofríos con temblor, y tome la temperatura del paciente después que finalice el temblor.
  • Tome la temperatura colocando el termómetro en la boca del paciente o debajo del brazo (no tome la temperatura en el recto).
  • Exhorte a las personas que tienen fiebre o gripe y que desean visitar al paciente a llamar por teléfono en vez de visitarlo hasta que se hayan recuperado.
  • Ofrecer líquidos adicionales para su consumo.
  • Ayude al paciente a tomar los medicamentos en el horario indicado por el médico.

Llame al médico si el paciente:

  • Tiene fiebre de más de 38°C (100.5°F) en un termómetro oral.
  • Tiene escalofríos con temblor.
  • Se siente "diferente" a los demás.
  • No puede tomar líquidos.

 

Recuento bajo de plaquetas.

Preste atención a lo siguiente:

  • Sangrado por cualquier parte del cuerpo (como la boca, la nariz o el recto).
  • Moretones (hematomas) recientes en la piel.
  • Una erupción fina de color rojizo, similar a puntos hechos con la punta de un alfiler, que suele comenzar en los pies y las piernas.
  • Dolores de cabeza intensos, mareos o visión borrosa.
  • Debilidad que empeora.
  • Dolores en las articulaciones y/o en los músculos.
  • Vomitar sangre o una sustancia oscura que se asemeje a los residuos del café.
  • Sangre en las heces fecales (excremento rojo brillante, rojo oscuro o negro).
  • Sangrado vaginal que es más de lo usual durante la menstruación.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Para afeitarse, utilice solamente una afeitadora eléctrica (evite los rastrillos o navajas de rasurar).
  • Evite practicar deportes de contacto (como lucha, boxeo o fútbol americano), así como otras actividades que podrían resultar en lesiones.
  • Proteja su piel de cortadas y rasguños, así como de objetos cortantes.
  • Use un cepillo dental suave.
  • Si su boca sangra, enjuáguela con agua fría.
  • Hable con su doctor o enfermera sobre si debería dejar de usar hilo dental hasta que su recuento de plaquetas mejore.
  • No sacuda su nariz ni tosa con demasiada fuerza.
  • No coloque nada en el recto, incluyendo supositorios, enemas, termómetros, etc.
  • Evite los medicamentos analgésicos antiinflamatorios, como naproxeno o ibuprofeno, o medicamentos que contienen aspirina, a menos que su médico indique lo contrario.
  • Si comienza a haber sangrado, mantenga la calma y siéntese o recuéstese, y obtenga ayuda.

Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente:

  • Para el sangrado nasal, siente al paciente con la cabeza levantada para evitar que la sangre pase por la parte de atrás de la garganta. Coloque hielo en la nariz y presione los orificios nasales para cerrarlos por cinco minutos. También pudiera ayudar la colocación de hielo en el cuello.
  • Para el sangrado en otras áreas, presione el área con un paño limpio y seco hasta que pare el sangrado.

Llame al médico si el paciente:

  • Presenta sangrado o cualquiera de los síntomas mencionados en la sección “Preste atención a lo siguiente".
  • Tiene dificultad para hablar o moverse.

 

Fuente: Asociación Americana Contra el Cáncer http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdeseno/guiadetallada/la-atencion-del-paciente-con-cancer-en-el-hogar-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-care-at-home-blood-counts

La quimioterapia es el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. La quimioterapia a menudo se le conoce como "quimio". Los medicamentos se administran en forma de inyección o de pastillas, y entran al torrente sanguíneo alcanzando todas las áreas del cuerpo. La quimioterapia se puede usar junto con la cirugía y otros tipos de tratamiento con la esperanza de obtener una cura, lograr que el cáncer esté en remisión, o como una manera de aliviar los síntomas del cáncer avanzado.

Otra manera de usar estos medicamentos es inyectándolos directamente en el área afectada del cuerpo. A esto se le llama quimioterapia regional, y sólo se usa en ciertos tipos de cáncer. Permite una dosis más alta de quimioterapia a ser aplicada directamente en la localización del cáncer.

Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo de medicamento, de la dosis, de la frecuencia en que se administra y por cuánto tiempo. Éstos pueden incluir pérdida del cabello por un corto plazo, cansancio, náusea y vómitos, entre otros. Existen otros medicamentos y tratamientos para ayudar con estos efectos secundarios. Es importante saber que muchos pacientes presentan pocos o ningún efecto secundario. Nadie puede predecir quién sí y quién no tendrá efectos secundarios. Puede que usted sea alguno de los que tenga pocos problemas.

Lo que el paciente puede hacer:

  • Consulte qué medicamentos de quimioterapia se le estarán administrando, cómo se administrarán, con cuánta frecuencia y por cuánto tiempo.
  • Pregúntele a su médico o enfermera cuáles son los efectos secundarios que se le pudieran presentar con los medicamentos que está tomando, y qué puede hacer para prevenirlos o aminorarlos.
  • Pregunte acerca de cuáles actividades debería realizar y cuáles evitar durante la quimioterapia.
  • Hable con su médico sobre cómo la quimioterapia afectará los planes de tener hijos (consulte la sección sobre sexualidad en este documento).
  • No quede embarazada mientras esté recibiendo la quimioterapia. Pregunte a su doctor cuánto tiempo deberá esperar después de la quimioterapia para intentar un embarazo.
  • Consulte cómo contactar a su médico o enfermera durante horas fuera de la oficina.
  • Consulte si puede tomar vitaminas o suplementos durante la quimioterapia.
  • Antes de que comience la quimioterapia, obtenga todas las recetas y asegúrese de que entiende cómo se administra cada una de ellas.
  • Asista a todas las citas programadas.
  • Notifique a su médico todos los efectos secundarios que se le presenten.
  • Si presenta náuseas y vómitos, consulte la sección sobre náusea y vómito, y hable con su médico.
  • Si presenta cansancio o fatiga, consulte la sección sobre cansancio.
  • En caso de diarrea o estreñimiento, consulte estas secciones.
  • Consulte la sección sobre recuentos sanguíneos si los niveles de hemoglobinaplaquetas y glóbulos blancos son bajos.
  • Si pierde su cabello, puede usar sombreros, pañuelos de algodón o una peluca. Durante el clima frío, asegúrese de cubrir su cabeza y orejas (consulte la sección sobre caída del cabello).
  • Coma tanto como pueda.
  • Si presenta fiebre, consulte la sección sobre este tema. Lo que pueden hacer las personas encargadas del cuidado del paciente.
  • Acompañe al paciente a las citas, especialmente los días cuando reciba la quimioterapia.
  • Si no puede conducir o acudir a las citas, hable con un trabajador social o enfermera en el consultorio médico para obtener ayuda.
  • Sepa cómo ponerse en contacto con el doctor del paciente, incluso cuando éste no se encuentre en horas de servicio.
  • Si el paciente no puede acudir a la cita, hable con el médico o enfermera tan pronto como sea posible, y planee lo próximo a seguir.
  • Asegúrese de que alguien está con el paciente durante los primeros días después de cada quimioterapia, ya que se pudiera necesitar más ayuda en esos momentos.
  • Ayude a estar alerta a los efectos secundarios y los síntomas, y consulte esas secciones en esta guía.

Llame al médico si el paciente:

  • Presenta cualquier efecto secundario que dure más de un día.
  • Tiene fiebre de más de 38°C (100.5°F) en un termómetro oral.
  • Presenta sangrado.
  • Experimenta dolor o enrojecimiento en el área en la que se administró la quimioterapia por vía intravenosa (inyección).
  • No puede tragar o retener las tabletas o los líquidos de la quimioterapia.

Para información más detallada sobre quimioterapia, llame a INFOCÁNCER 018002262371.



Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-06-27 11:32:41