Autocuidado


Para muchas personas, la transición a la supervivencia sirve como una motivación para hacer cambios en el estilo de vida. Aun cuando cultivar hábitos saludables resulta una buena idea para cualquier persona, es importante especialmente para los supervivientes de cáncer, ya que a menudo tienen mayor riesgo de desarrollar otros problemas como resultado del tratamiento.

Los hábitos saludables pueden ayudar a los supervivientes a recuperar y mejorar su salud, ser más fuertes, reducir la gravedad de los efectos secundarios, disminuir el riesgo de desarrollar segundos cánceres y otros problemas de salud, así como a gozar más de la vida.

Muchas personas quieren saber qué deben hacer para que la posibilidad de que regrese su cáncer sea mínima.

 

Saber qué es lo que puede esperar después del tratamiento de cáncer podrá ayudarle a usted y su familia a hacer planes, cambiar su estilo de vida y tomar decisiones importantes. Participar en las decisiones acerca de su cuidado médico y hábitos le ayudará a recuperar parte del control que sintió que perdió durante el tratamiento.

La investigación ha mostrado que quienes sienten que tienen más control funcionan mejor, que quienes no se sienten así. El primer paso es convertirse en un aliado activo de su médico y obtener ayuda de los demás miembros de su equipo de atención de salud.

Una vez que haya terminado su tratamiento del cáncer, usted deberá recibir un plan de cuidados de seguimiento, cuyo fin es que un médico le realice exámenes regulares. El plan depende del tipo de tratamiento que recibió, así como de su estado de salud.

Consultas de seguimiento

En general, los supervivientes normalmente vuelven al médico cada 3 meses durante los primeros 1 o 2 años después del tratamiento y 1 o 2 veces al año tras ese tiempo. En las consultas, su médico revisará si tiene efectos secundarios del tratamiento y examinará si su cáncer ha regresado, al igual que su expediente médico. También le hará exámenes físicos y de seguimiento, como análisis de sangre, exploraciones con resonancia magnética o tomografía computarizada (para tomar imágenes detalladas de las regiones internas de su cuerpo) y endoscopia (un estudio realizado con un tubo delgado y luminoso para examinar el interior del cuerpo).

En su primera consulta, hable con su médico acerca de su plan de cuidados. Pregúntele sobre la frecuencia que deberá ver a sus médicos, qué estudios de seguimiento le realizarán, qué síntomas debe vigilar y a dónde y con quién debe acudir en caso de que se presente algunos de ellos.

Será necesario que usted sepa con precisión cuál médico le proporcionará los cuidados de seguimiento y con cuáles otros médicos tendrá que ir para obtener otra atención médica. Los cuidados de seguimiento del cáncer puede proporcionárselos el mismo oncólogo que le dio el el tratamiento. Para la atención médica en general, puede consultar a otro médico, como el general o familiar. Para consultas sobre problemas específicos puede ir con un especialista (gastroenterólogo, ortopedista, cardiólogo).

Importancia de guardar el expediente médico

Muchas personas guardan su expediente médico en una carpeta. Esto es una buena práctica que le permitirá tener en un solo lugar toda la información importante sobre su tratamiento. Esto le servirá para proporcionar, sin mayores problemas, una copia o resumen a cualquier médico nuevo que le dé atención, a fin de que conozca su historial.

A continuación le mostramos la información que debe guardar:

  • Resumen escrito de su tratamiento, que incluya los aspectos de su salud que necesitan seguimiento.
  • La fecha de cuando recibió el diagnóstico.
  • El tipo de cáncer por el que recibió tratamiento.
  • El informe o informes de patología que describen el tipo y el estadio del cáncer.
  • Lugares y fechas de tratamientos específicos, como la cirugía.
  • Región del cuerpo en que se suministró radioterapia y la cantidad total.
  • Nombres y dosis de quimioterapia y demás medicamentos.
  • Informes de laboratorio, radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas.

Los estudios en supervivientes de cáncer de mama han encontrado que la actividad física moderada está asociada con la reducción del riesgo de morir por cualquier causa (24 a 67%) y por cáncer de mamá (50 a 53%). Otras investigaciones mostraron que el ejercicio mejora la fatiga, ansiedad, depresión, autoestima, felicidad y calidad de vida en los supervivientes.

La actividad física posterior al tratamiento se asocia con mayor supervivencia general y periodos libres de la enfermedad, mientras que el sobrepeso y la obesidad se han visto relacionadas con el aumento del riesgo de recurrencia y menor sobrevivencia. Varios estudios clínicos han mostrado que el ejercicio puede mejorar la función del corazón y de los pulmones en los supervivientes.

Barreras

Algunos de los aspectos que impiden realizar actividades físicas incluyen los síntomas, la capacidad física y aspectos psicosociales o financieros. Otras causas son la falta de conocimiento sobre programas de ejercicio, ambientes poco favorables en la comunidad y algunas obligaciones laborales o familiares.

Recomendaciones

Sin embargo, se recomienda a los supervivientes de cáncer que eviten la inactividad física en lo máximo de sus posibilidades y realicen al menos 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico moderado, como caminar, y ejercicios de resistencia dos o tres veces por semana. Comience despacio e incremente con el tiempo.

Recuerde que incluso una pequeña cantidad de actividad física es benéfica para su salud.

Platiqu con su doctor antes de iniciar un programa de ejercicios para que se adapte a sus necesidades y limitaciones específicas.

Caminata

Caminar con regularidad es bueno para su corazón, huesos, músculos, articulaciones pulmones, cerebro y mente.

También aumenta el tamaño del cerebro y mejora su irrigación, reduce el riesgo de infarto cerebral, disminuye la duración de un resfriado, previene las varices, alivia los síntomas de la menopausia e incrementa el rendimiento en el trabajo. Cada vez hay más estudios que encuentran nuevos beneficios por caminar, el ejercicio más sencillo, fácil de hacer y barato del mundo.

 

La nutrición y mantener un buen peso adecuado, a su edad y estatura, es importante para las supervivientes de cáncer. Durante el tratamiento, algunas pacientes pierden peso como consecuencia de los efectos secundarios, pero otras ganan kilos. Hay muchos estudios que demuestran que la obesidad y el incremento de peso en las supervivientes de cáncer de mama están asociados con un riesgo mayor a tener una recurrencia y una disminución de la sobrevida.

Alimentación balanceada

Una dieta de 5 a 9 porciones de frutas y verduras, baja en grasa y azúcar refinada puede reducir el riesgo de desarrollar segundos cánceres y otras enfermedades crónicas. Traté de incluir frijoles y granos integrales (cereal, pan y pasta) varias veces cada día. Coma poca carne roja y procesada, así como poca sal. El alcohol está asociado con el riesgo de desarrollar otros tumores como en la boca, faringe, laringe, esófago, colon y recto.

Los alimentos saludables pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de que regrese. Hable con su médico o una nutrióloga para saber cuáles son sus necesidades alimenticias y adoptar la mejor dieta que las supla.

Recomendaciones

Divida la comida diaria en 5 a 6 porciones para evitar grandes cantidades. Así asegurará el aporte de nutrientes de forma progresiva y ordenada, además de evitar inestabilidad en el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre y combatir la irritabilidad, fatiga, cansancio, pérdida de memoria y de concentración.

Controle el consumo de alimentos grasos como los fritos, guisos con exceso de aceite o con carnes muy grasosas, ya que quitan energía. También hay que evitar las comidas muy azucaradas. Estos alimentos requieren una larga digestión con secreción de ácidos que provocan pesadez, fatiga y malestar, por no hablar de los kilos de más que pueden añadir a la silueta.

Consuma platos ricos en vegetales, frutas y verduras ya que no requieren largas y complejas digestiones, además de que aportan muchas vitaminas útiles para el cerebro.

Tome su tiempo para disfrutar de su comida en un ambiente tranquilo agradable y tranquilo. El estrés está directamente relacionado con las úlceras estomacales, gastroenteritis, cólicos y diarrea.

La cantidad de sueño que se requiere es variable para cada persona pero en cualquier caso debe evitar la falta del mismo. Para lograr un sueño reparador, hay que seguir unos consejos básicos:

  • Duerma solamente el tiempo preciso para que despierte descansado.
  • Siga horarios estrictos para dormir.
  • Utilice la cama únicamente para dormir; olvídese de ver la televisión o usar la computadora mientras esté acostado en ella.
  • No se acueste antes de sentir sueño.
  • Controle que los sonidos externos, la luminosidad y temperatura de la habitación sean adecuados para conciliar el sueño. El ruido excesivo, la luz potente o el calor perjudican su descanso.
  • No vaya a la cama inmediatamente después de comer o beber en exceso, tampoco lo haga con hambre o sed.
  • Evite los alimentos con conservadores, mucho picante o colorantes artificiales.
  • Suspenda la ingesta de azúcar en las últimas horas del día.

Otras medidas que puede poner en práctica para mejorar la calidad de su descanso son las siguientes:

  • Coma alimentos que favorezcan el sueño. Por ejemplo al final del día, tome un vaso de leche tibia o coma carne de pavo o plátano, pues contienen un aminoácido (triptófano) con efecto relajante sobre el sistema nervioso central.
  • Evite ingerir café, té, bebidas de cola con alcohol poco antes de acostarse; deje pasar al menos 2 horas.
  • No duerma durante el día, evite las siestas superiores a 20 minutos.
  • Pida a su médico que le explique si los fármacos que toma pueden alterar su patrón de sueño.
  • Realice actividad física aeróbica suave durante 30 minutos a la primera hora de la tarde o un ejercicio físico más intenso a lo largo de la mañana.
  • Dese un baño con agua tibia antes de acostarse.
  • Practique yoga o algún ejercicio de relajación antes de ir a la cama.

Si no consigue dormir bien, es recomendable que consulte a su médico para que valore si requiere de algún tratamiento natural o farmacológico que le ayude.

Las habilidades cognitivas como pensar claramente, concentrarse, realizar varias tareas o comprender y recordar cosas, pueden desaparecer con el tiempo. Existen recomendaciones para mejorar el funcionamiento de la memoria. A continuación le proponemos algunas de ellas.

  • Haga un plan diario detallado. Por ejemplo, listas de las citas con los horarios de las tareas o de la toma de medicamentos, al igual que de las fechas importantes. Agendar sus actividades es de gran ayuda para recordar y ahorrar recursos de atención y de memoria.
  • Fije rutinas y trata de mantener el mismo horario todos los días. También le ayudará establecer lugares específicos para guardar sus llaves, la cartera, el teléfono celular y otros artículos importantes.
  • Ejercite sus capacidades y habilidades cognitivas: juegue al ajedrez, haga sudokus o crucigramas. Otra forma es aprender nuevas habilidades mediante cursos de computación u otro idioma.
  • Duerma bien y descanse de forma adecuada, ya que durante la noche se refuerzan el aprendizaje y la memoria.
  • La actividad física regular no solo es buena para su cuerpo, también mejora su estado de ánimo. El ejercicio le hará sentirse más alerta y ayudará a disminuir el cansancio. Actividades sencillas como dar un paseo de 15 a 20 minutos diarios tiene efectos positivos en el rendimiento cognitivo.
  • Mantenga una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras, pues sus nutrientes se relacionan con el mantenimiento de la capacidad intelectual.
  • Haga las tareas una por una y no intente hacer varias cosas a la vez; es mejor concentrarse en un solo objetivo. Al terminar dese una recompensa con un momento de descanso o haciendo alguna actividad agradable, después comience con la siguiente tarea.
  • Si necesita ayuda, pídala. Los amigos y seres queridos pueden echarle una mano en las tareas diarias.

Los tratamientos hormonales que reciben las mujeres con cáncer de seno frecuentemente causan los síntomas que aparecen con la menopausia, como bochornos, interrupción del ciclo menstrual y resequedad vaginal.

Bochornos

Si presenta menopausia prematura debido al tratamiento contra el cáncer, puede que experimente bochornos especialmente durante la noche. Usted no es candidata a recibir hormonas para los síntomas de la menopausia, por lo que los bochornos pueden aliviarse de otras maneras, por ejemplo tomando algunos medicamentos que controlan las reacciones del sistema nervioso ante la falta de estrógenos.

Puede que muchas mujeres con bochornos leves controlen los síntomas únicamente con ejercicio y técnicas de relajación. Otra forma de tratarlos es usar ropa más fresca. Hablé con su médico o enfermera sobre lo que puede ser adecuado para usted.

Resequedad vaginal

Conforme la mujer envejece, la vagina puede perder naturalmente su humectación y elasticidad. Los tratamientos contra el cáncer, así como la cirugía para reducir el riesgo de recurrencia (extirpación de los ovarios), pueden acelerar estos cambios. Los tratamientos contra el cáncer a menudo también reducen la capacidad de la vagina para lubricarse durante la excitación.

En caso de utilizar un lubricante vaginal, escoja un gel con base de agua, sin fragancias ni colores, espermicidas o sabores añadidos, ya que estos químicos podrían irritar los tejidos delicados de la región genital. Los lubricantes por lo general pueden encontrarse en donde están los productos para la higiene femenina o los anticonceptivos en las farmacias y supermercados. Asegúrese de leer las etiquetas y consulte a su enfermera o doctor si tiene preguntas al respecto.

Antes del coito, aplique algo de lubricante alrededor y dentro de la entrada vaginal, luego en el pene de su pareja y en los dedos. Incluso si utiliza humectantes vaginales por algunos días, lo mejor es utilizar el lubricante antes y durante el acto sexual.

Estos productos están diseñados sin hormonas para usarse varias veces a la semana. Además de humectar la vagina, ayudan a que mantenga en balance el Ph por hasta dos o tres días. Los humectantes son de aplicación nocturna para una mejor absorción durante las horas de sueño. Es importante mencionar que una mujer que haya tenido cáncer requiere usar este producto de 3 a 5 veces por semana.



Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado: 2019-06-27 12:40:25